domingo, 3 de marzo de 2024

Tendencias 2024 en tecnologías educativas

Antes de la Pandemia, podemos decir que una parte importante de docentes y de la comunidad educativa concebía a las tecnologías como un mero añadido al proceso de enseñanza, y no como palanca de cambio e innovación educativa, a través de las cuales podemos construir escenarios fortalecidos por ellas para la colaboración, la interacción y construir nuevas formas de relacionarnos con la contemporaneidad 

¿Qué pasó en estos últimos años con los avances tecnológicos y las demandas de las instituciones educativas?  ¿Cuál será verdaderamente el grado de penetración e incorporación de tecnologías como IA, RV y RA, asistentes virtuales, credenciales digitales, que ya eran consideradas “tendencias” a comienzos del año 2020, en este 2024 luego del gran auge de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG)?

A comienzos del año 2023, publicaba una entrada en la que compartía un artículo con  Las 10 grandes tendencias tecnológicas del año

Sin dudas la IAG resultó la tecnología con más desarrollo durante el año pasado. 

Para este 2024, las 10 principales tendencias tecnológicas, de acuerdo a la visión de Gartner, son:  

1. Gestión de la confianza, el riesgo y la seguridad de la IA

2. Gestión continua de la exposición a amenazas (CTEM) 

3. Tecnología sostenible 

4. Ingeniería de plataformas 

5. Desarrollo asistido por IA 

6. Plataformas industriales en la nube 

7. Aplicaciones inteligentes

8. Inteligencia artificial generativa democratizada

9. Fuerza laboral aumentada y conectada 

10. Clientes máquina

Algunas referencias extraídas del informe: 

El uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, las criptomonedas, el Internet de las Cosas (IoT) y la computación en la nube, están generando preocupación sobre el consumo de energía y sus impactos ambientales. Esto hace que sea aún más crítico garantizar que el uso de TI sea más eficiente, circular y sostenible.

Gartner predice que para 2028, el 75% de los ingenieros de software empresarial utilizarán codificación asistida por IA, frente a menos del 10% que lo llevaron a cabo a principios de 2023.

Gartner predice que para 2026, más del 80% de las empresas habrán utilizado APIs (Application Programming Interfaces) y modelos de Inteligencia Artificial Generativa y/o implementado aplicaciones habilitadas por tecnología en sus entornos de producción.

Gartner proyecta que para 2027, el 25% de los CIO utilizarán iniciativas de fuerza laboral conectada aumentada para reducir el tiempo de adquisición de competencias en un 50% para roles clave.

Las #7habilidades tendencia para el 2023, según este artículo https://lnkd.in/dNMD8mVH, resultaron: 

alfabetización digital, creatividad, adaptabilidad, pensamiento crítico, liderazgo, comunicación, inteligencia emocional.


En tanto, las tendencias en educación con mayor proyección en el aula para este 2024 que ha comenzado son:

1. Inteligencia Artificial Generativa (IAG)

2. Microlearning 

3. Aprendizaje híbrido 

4. Realidad aumentada y Realidad virtual

5. Chatbot

6. Seguridad

7. Análisis de datos

8. Soft skills 

Un escenario donde la #IA continuará consolidándose en educación.



Yendo un poco más atrás, a inicios del año 2020 -antes de la Pandemia- el Observatorio del TEC de Monterrey publicaba las 7 tendencias tecnológicas en educación que tomarían protagonismo y desarrollo para ese año, destacando entonces:

Credenciales digitales. Son diplomas y microcredenciales granulares que se pueden compartir fácilmente, pero requieren pasar por un proceso de verificación de autenticidad. Actualmente existen varios proveedores externos que ya ofrecen este servicio.

Blockchain. Es una base de datos distribuida que no está regida por ninguna entidad y funciona como un libro contable mundial donde se registran transacciones digitales. Esto garantiza la autenticidad de la información registrada, facilitando la creación de relaciones de confianza entre los usuarios.

Asistentes virtuales (Chatbots). Es una interfaz conversacional de voz o texto que se puede utilizar en una variedad de casos como servicio al cliente, recursos humanos, entrenamiento, consultor de procesos.

Espacio de trabajo inteligente. La idea es aprovechar la digitalización de objetos físicos a través de la Internet de las cosas (IoT) para ofrecer nuevas maneras de trabajar, reservar recursos, coordinar servicios de las instalaciones y compartir información para colaborar. Se busca aumentar la eficiencia y efectividad. Esto genera ambientes de trabajo ágiles que dan valor a la experiencia del empleado.

Cómputo afectivo con inteligencia artificial. Utilizando inteligencia artificial se analiza el estado emocional del usuario a través de la visión computacional, voz y audio, sensores y software especializado. Esto puede detonar acciones como respuesta, buscando personalizar en tiempo real, el ambiente y los servicios que se prestan.

Espacio de trabajo inmersivo. Son ecosistemas de trabajo colaborativo cuyo principal motor es la realidad virtual, aumentada y mixta. Se accede a través de visores espaciales que ofrecen una solución para reuniones en las que se cuenta con la información y archivos de manera natural para tener así una solución más profunda. 

Realidad virtual colaborativa. Profesores y alumnos se encuentran en un espacio virtual diseñado específicamente para la clase donde se lleva a cabo la interacción, colaboración y el aprendizaje activo, proporcionando experiencias de aprendizaje en contenidos de aplicación real.

Desde el año 2020 la inteligencia artificial ha tomado un lugar relevante como prospectiva. Sin embargo, el desafío en educación continúa siendo su inclusión desde diferentes puertas de entrada (IAG, asistentes virtuales, analítica datos, etc.) para acompañar los procesos de aprendizaje y mejorar el tratamiento de las prácticas de formación y evaluación. Desafíos que requieren investigación en campo y trabajo en equipos interdisciplinarios para poder llegar a conclusiones más sostenidas en el tiempo.

domingo, 11 de febrero de 2024

STEM y las tecnologías emergentes necesarias en un contexto de IA

STEM -en sus siglas en inglés- es un concepto que agrupa las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Fue acuñado en los años 90 por la National Science Foundation, para hacer referencia a una nueva manera de enseñar.


Cuando hablamos de enseñanza de STEM no nos referimos únicamente a la denominación de una serie de asignaturas o ámbitos de conocimiento independiente, sino también a una visión integradora de la enseñanza que interconecta con experiencias educativas de diferentes ámbitos. STEM no solo supone habilidades tecnológicas y digitales sino también habilidades interpersonales.

Sabemos que la Tecnología educativa contribuye en los procesos de comunicación de los diferentes recursos educativos, de tal forma que sirvan para mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Dentro de las líneas de investigación en Tecnología educativa hay aspectos que son relevantes para el estudio de STEM, como el análisis de la competencia digital a través de estrategias para la mejora de los procesos de enseñanza, como ser la clase invertida, la gamificación, la realidad aumentada o realidad virtual. Así, a medida que se consolida el enfoque, la implementación de la educación STEM en los planes de estudio de formación docente es clave para el desarrollo de la competencia digital docente y la integración de tecnologías emergentes como parte integral de la enseñanza de las ciencias.

En el marco de un enfoque pedagógico, se presenta una oportunidad para aprovechar las posibilidades que ofrece la Tecnología educativa para optimizar la enseñanza de los contenidos STEM. No se trata sólo de incorporar herramientas TIC en el aula, sino de integrarlas con una justificación e intencionalidad pedagógica clara mediante una acción didáctica planificada. Para ello, es clave la competencia digital docente, que va mucho más allá de usar las tecnologías, pues supone conocimientos y capacidades para poder llevar a cabo procesos de selección e integración curricular de estas tecnologías.

Adicionalmente, la inercia del sistema en su conjunto a los intentos de reforma e innovación que parten de las instancias de planeamiento entran en claro contraste con las experiencias disruptivas e innovadoras que surgen en la práctica cotidiana en múltiples escuelas y aulas. Esto abre a la pregunta sobre si no es necesario partir de una construcción desde abajo -las aulas y las prácticas docentes cotidianas- hacia arriba en las reformas curriculares o en las prácticas pedagógicas y de gestión, aunque también, y al mismo tiempo, sobre cómo potenciar el rol del Estado en sus intentos de reforma e innovación.

El libro Tecnologías y pedagogía para la enseñanza STEM presenta parte de este doble planteamiento al proponer aprovechar las condiciones que ya proporciona el marco normativo para la construcción de reformas desde abajo hacia arriba. La viabilidad de muchas de las reformas, sobre todo si se las concibe desde abajo hacia arriba, implica la creación de espacios en los cuales se pueda construir una práctica novedosa que responda a las nuevas necesidades que la sociedad propone a la escuela. Uno de estos espacios que consideramos indispensables es el de un aprendizaje basado en proyectos transversales a las disciplinas, entrelazados con los aprendizajes extraescolares cotidianos de los estudiantes y enmarcados en un tipo de evaluación formativa y procesual.

Hablar de tecnologías significa abordar uno de los contenidos propios de este ámbito disciplinar de las STEM, como son los algoritmos, el pensamiento computacional, la robótica, la programación, contenidos vinculados con la realidad virtual y aumentada, etc., pero a la par, significa trabajar con estas herramientas en tanto recursos para la enseñanza. “Es por tanto un contenido pero a la vez un recurso que debe ser integrado en una estrategia y una metodología de enseñanza” (pp 18). 

Hacer preguntas, indagar, plantear hipótesis, esbozar respuestas y repetir procesos, son fundamentales para desarrollar las competencias de pensamiento crítico, creatividad, expresión oral y escrita, entre otras, tan necesarias para el futuro no solo de la educación, sino de la sociedad en general. Podemos hablar así de un “movimiento maker” como paraguas de esta gran variedad de actividades que van desde la artesanía tradicional a la electrónica de alta tecnología, que incorpora también el interés en hacer cosas por uno mismo pero a la vez en colaboración con otros. 

La cultura maker constituye una filosofía para repensar nuestra forma de intervenir en el mundo y de comprender que los aprendizajes se materializan a través de la concreción de proyectos. Nos invita a pensar en que estamos en un proceso de revalorización del hacer como forma de aprendizaje, rescatando las enseñanzas de Seymour Papert y de las pedagogías activas . Es una invitación “al hacer para crear, en lugar del hacer para reproducir lo que ya está dado”. 

El libro Tecnologías y pedagogía para la enseñanza STEM se propone dar a conocer los enfoques educativos que implican trabajar desde la perspectiva STEM en el aula, así como las estrategias y recursos digitales que pueden utilizarse para trabajar en este ámbito. Sin dudas, trabajar contenidos STEM en las aulas es algo más que enseñar Ciencias y Matemáticas. implica incorporar metodologías específicas para enseñar STEM. 

El libro está organizado en dos bloques temáticos que recogen tanto una aproximación teórica y de investigación como una aproximación educativa innovadora desde la experiencia real y práctica de docentes en actividad en los diferentes niveles educativos. 

El primero de los bloques pone énfasis en cuestiones relacionadas con la enseñanza científica en el siglo XXI, abordando modelos y estrategias, así como también analiza algunas de las tecnologías avanzadas para la enseñanza de las STEM, como la robótica, realidad aumentada y realidad virtual, plataformas digitales, que se pueden incorporar en este ámbito y su impacto. Este primer bloque está conformado por 8 capítulos en los que se proponen proyectos como CREATE-Skills, un proyecto financiado por la Unión Europea cuya finalidad ha sido el uso de estrategias innovadoras y tecnologías digitales para para la enseñanza de STEM en educación primaria. En otro capítulo se presenta la relación existente entre las competencias digitales y los enfoques y la evolución de la enseñanza de las ciencias, aprendizaje basado en el juego y la gamificación para la enseñanza STEM, analizando estrategias didácticas y cómo se podrían utilizar en el aula. Adicionalmente, se expone el potencial de la impresión 3D en el mundo de la educación. Otro de los capítulos analiza cómo debemos plantear la formación docente ante los retos que supone la innovación en la enseñanza de STEM. Sin dudas, un nuevo enfoque implica necesariamente una adecuada capacitación del profesorado. Cerrando el bloque, un capítulo aborda un tema de gran interés social, que es la enseñanza y el trabajo con las STEM desde una perspectiva de género, haciendo al respecto un análisis profundo de la visión europea y latinoamericana. 

El segundo bloque presenta innovaciones y experiencias prácticas de enseñanza STEM apoyadas en tecnologías. Se centra en analizar experiencias reales de la enseñanza científica en distintos niveles y etapas para poder extraer de estas experiencias sugerencias, recomendaciones, recursos reutilizables e ideas prácticas. Se trata de conocer y abordar en profundidad los últimos enfoques y herramientas que se pueden utilizar en todos los niveles educativos para el desarrollo de las competencias científico-técnicas y la competencia digital, desde el enfoque de enseñanza centrada en las STEM. Se presentan recomendaciones básicas, estrategias y actividades para la enseñanza de las STEM en los distintos niveles educativos: educación infantil, primaria y secundaria. Así, los temas abordados en este bloque refieren al pensamiento computacional y las metodologías activas para la enseñanza de las STEAM con tecnologías en Educación Infantil y Primaria; La realidad virtual para el desarrollo de las competencias STEAM. El último capítulo se centra en la perspectiva universitaria, realizando un estudio de la relación existente entre tecnología, recursos digitales y su aplicación a las materias STEM. 

Un trabajo interdisciplinario y un enfoque de enseñanza basado en proyectos potencia básicamente la integración de Ciencia, Tecnología, Matemática e Ingeniería (STEM). Y todo esto no es posible si no propiciamos desde el aula estrategias metodológicas para establecer conexiones entre las actividades de creación y los contenidos curriculares, a través del trabajo colaborativo y la integración de otras capacidades que nos permitan conectar, contemplar, construir y continuar. Esta obra ofrece ideas muy potentes para pensar las disciplinas STEM como modelos pedagógicos que conectan con la vida real y las competencias del siglo XXI en la era la Inteligencia Artificial. 


Fuente: Revista Iberoamericana de Tecnología en Educación y Educación en Tecnología

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domingo, 17 de diciembre de 2023

Hacia un personalismo educativo en tiempos de #IA - Reflexiones #2023

Tan solo 1 año atrás, la Inteligencia Artificial (IA) irrumpió con la llegada del chatGPT. Esta Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha logrado captar la atención de la población y, fundamentalmente, tomar un lugar relevante en el ámbito educativo. 

En un mundo gestionado por la IA, el reto de la educación se centra en potenciar las características más humanas de las personas, aquellas que son difícilmente replicables por las máquinas. (Educar Humanos) 

Entonces, ante preguntas que han surgido durante este 2023, y que continúan resonando un año después, como por ejemplo, ¿Cómo mirar el fenómeno del chatGPT? ¿Cómo analizar los avances de la inteligencia artificial?, o mejor aún, ¿cómo situarnos ante esta nueva posibilidad/vulnerabilidad?, ¿cómo convivir con ella sin que nos pase por encima y sin negarla?  

Algunas posibles respuestas....

Toda tecnología plantea un desafío para nuestros valores humanos, y eso es bueno porque hace que reafirmemos cuáles son” (Turkle, 2015, p. 412).  

En su obra La defensa de la conversación, la autora analiza qué le pasa al humano cuando accede al mundo de lo artificial y virtual como una “segunda naturaleza” con la que trata de entablar una conversación. En este escenario, las máquinas, creadas por los humanos, se prestan a la conversación, es decir, “máquinas que hablan y al hablar con ellas no podemos evitar atribuir una naturaleza humana a objetos que no la tienen” (p. 33).

En las últimas décadas, la IA se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas. Siguiendo las ideas de Turkle (2015), las máquinas están programadas para participar en conversaciones como si entendieran de qué hablan hasta el punto de que algunos se han preguntado: ¿hasta dónde puede llegar esto y qué ocurrirá entonces?

Como ocurrió con otras tecnologías disruptivas como Internet, no hay vuelta atrás. Referenciando nuevamente a Turkle (2015), “siempre que los robots sustituyen a los humanos en una función, la gente pasa a hacer cosas más humanas” (p. 450). Y en este sentido,  esta irrupción que nos presenta la IA, es una oportunidad para experimentar, propiciar la creatividad y poner “en acto” el saber crítico en todas las áreas del conocimiento para pensar lo humano en base a lo que la tecnología no puede hacer.

Un interrogante que también entró en el debate con la irrupción de la IA generativa: 

¿deberán los docentes convertirse en inspectores de originalidad buscando detectar si fue la inteligencia humana o la artificial quien resolvió una tarea, o deberán repensar el modo de evaluar los contenidos aprendidos? 

Son cuestiones que interpelan y se suman a la lista de las innovaciones tecnológicas a generar en las instituciones educativas.

Como síntesis de mi mirada sobre la IA de este año, pienso que es necesario poner en el centro las habilidades propias del humano y potenciarlas esencialmente desde 4 pilares interrelacionados para abordar el mundo futuro: la ciencia, la tecnología, la sociedad y las organizaciones. 


Un maravilloso espacio compartido con excelentes profesionales como Pedro Figueroa, Diego, Craig, Domingo Borba y Pablo Bongiovanni.



Aquí dejo una excelente crónica de síntesis elaborada por Pedro Figueroa para revivir los hitos más importantes.

Sin dudas toda abundancia crea una nueva escasez,  y es esto lo que está pasando con la irrupción de la IA, y en particular con la gran ola del chatGPT. Más allá del boom del momento, los modelos generativos de grandes volúmenes de datos se han instalado en la sociedad. 

¿Cómo se logra integrar un enfoque multidisciplinario en donde las educadoras y los educadores sean parte de los desarrollos de IA? 

El diseño en conjunto de estos sistemas con docentes y perfiles pedagógicos especializados podría ser una vía para avanzar en esta línea de trabajo. Por tal motivo resulta necesario fortalecer algunas dimensiones como: la formación docente para poder hacer frente a la complejidad que representa la inclusión de la IA en la educación, el diseño y desarrollo de innovaciones basadas en IA para potenciar las propuestas educativas, la articulación de redes de conocimiento y la investigación en temáticas vinculadas con la incorporación de la IA en la enseñanza y el aprendizaje.

El pasado martes 28 de noviembre participé de 1° Encuentro "La formación docente en el debate público: actores, políticas, experiencias, futuros", del ciclo abierto Tramared.

https://tramared.com/ciclos-abiertos


Aquí dejo una artículo a modo de contribución a dicho ciclo, y que titulé Hacia un personalismo educativo en tiempos de inteligencia artificial.  

La conclusión es que el despliegue y el uso de la IA en la educación deben guiarse por los principios fundamentales de inclusión y equidad.  El creciente uso de las nuevas tecnologías de IA en la educación sólo beneficiará a toda la humanidad si, por su diseño, mejora los enfoques pedagógicos centrados en el ser humano y respeta las normas y los estándares éticos(UNESCO, 2021, p.2).
El Consenso de Beijing (UNESCO, 2019) sostiene que “el desarrollo de la IA debe estar controlado por el ser humano y centrado en las personas, que la implantación de la IA debe estar al servicio de las personas para mejorar las capacidades humanas” (p. 2).

En este contexto, las instituciones educativas, además de incorporar la IA, tendrán que profundizar en el desarrollo de las capacidades necesarias para el uso de tecnologías habilitadas por IA. Para ello, imagino el desarrollo de un marco de alfabetización en IA que incluya saber “de IA” y saber “con IA”: sin dudas se necesita mayor formación a nivel institución escolar.

Finalmente, imagino también para el 2024, profundizar en el uso de datos de los sistemas de gestión y LMS (analíticas) que sistemas de IA pueden facilitar la tarea.