domingo, 17 de diciembre de 2023

Hacia un personalismo educativo en tiempos de #IA - Reflexiones #2023

Tan solo 1 año atrás, la Inteligencia Artificial (IA) irrumpió con la llegada del chatGPT. Esta Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha logrado captar la atención de la población y, fundamentalmente, tomar un lugar relevante en el ámbito educativo. 

En un mundo gestionado por la IA, el reto de la educación se centra en potenciar las características más humanas de las personas, aquellas que son difícilmente replicables por las máquinas. (Educar Humanos) 

Entonces, ante preguntas que han surgido durante este 2023, y que continúan resonando un año después, como por ejemplo, ¿Cómo mirar el fenómeno del chatGPT? ¿Cómo analizar los avances de la inteligencia artificial?, o mejor aún, ¿cómo situarnos ante esta nueva posibilidad/vulnerabilidad?, ¿cómo convivir con ella sin que nos pase por encima y sin negarla?  

Algunas posibles respuestas....

Toda tecnología plantea un desafío para nuestros valores humanos, y eso es bueno porque hace que reafirmemos cuáles son” (Turkle, 2015, p. 412).  

En su obra La defensa de la conversación, la autora analiza qué le pasa al humano cuando accede al mundo de lo artificial y virtual como una “segunda naturaleza” con la que trata de entablar una conversación. En este escenario, las máquinas, creadas por los humanos, se prestan a la conversación, es decir, “máquinas que hablan y al hablar con ellas no podemos evitar atribuir una naturaleza humana a objetos que no la tienen” (p. 33).

En las últimas décadas, la IA se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas. Siguiendo las ideas de Turkle (2015), las máquinas están programadas para participar en conversaciones como si entendieran de qué hablan hasta el punto de que algunos se han preguntado: ¿hasta dónde puede llegar esto y qué ocurrirá entonces?

Como ocurrió con otras tecnologías disruptivas como Internet, no hay vuelta atrás. Referenciando nuevamente a Turkle (2015), “siempre que los robots sustituyen a los humanos en una función, la gente pasa a hacer cosas más humanas” (p. 450). Y en este sentido,  esta irrupción que nos presenta la IA, es una oportunidad para experimentar, propiciar la creatividad y poner “en acto” el saber crítico en todas las áreas del conocimiento para pensar lo humano en base a lo que la tecnología no puede hacer.

Un interrogante que también entró en el debate con la irrupción de la IA generativa: 

¿deberán los docentes convertirse en inspectores de originalidad buscando detectar si fue la inteligencia humana o la artificial quien resolvió una tarea, o deberán repensar el modo de evaluar los contenidos aprendidos? 

Son cuestiones que interpelan y se suman a la lista de las innovaciones tecnológicas a generar en las instituciones educativas.

Como síntesis de mi mirada sobre la IA de este año, pienso que es necesario poner en el centro las habilidades propias del humano y potenciarlas esencialmente desde 4 pilares interrelacionados para abordar el mundo futuro: la ciencia, la tecnología, la sociedad y las organizaciones. 


Un maravilloso espacio compartido con excelentes profesionales como Pedro Figueroa, Diego, Craig, Domingo Borba y Pablo Bongiovanni.



Aquí dejo una excelente crónica de síntesis elaborada por Pedro Figueroa para revivir los hitos más importantes.

Sin dudas toda abundancia crea una nueva escasez,  y es esto lo que está pasando con la irrupción de la IA, y en particular con la gran ola del chatGPT. Más allá del boom del momento, los modelos generativos de grandes volúmenes de datos se han instalado en la sociedad. 

¿Cómo se logra integrar un enfoque multidisciplinario en donde las educadoras y los educadores sean parte de los desarrollos de IA? 

El diseño en conjunto de estos sistemas con docentes y perfiles pedagógicos especializados podría ser una vía para avanzar en esta línea de trabajo. Por tal motivo resulta necesario fortalecer algunas dimensiones como: la formación docente para poder hacer frente a la complejidad que representa la inclusión de la IA en la educación, el diseño y desarrollo de innovaciones basadas en IA para potenciar las propuestas educativas, la articulación de redes de conocimiento y la investigación en temáticas vinculadas con la incorporación de la IA en la enseñanza y el aprendizaje.

El pasado martes 28 de noviembre participé de 1° Encuentro "La formación docente en el debate público: actores, políticas, experiencias, futuros", del ciclo abierto Tramared.

https://tramared.com/ciclos-abiertos


Aquí dejo una artículo a modo de contribución a dicho ciclo, y que titulé Hacia un personalismo educativo en tiempos de inteligencia artificial.  

La conclusión es que el despliegue y el uso de la IA en la educación deben guiarse por los principios fundamentales de inclusión y equidad.  El creciente uso de las nuevas tecnologías de IA en la educación sólo beneficiará a toda la humanidad si, por su diseño, mejora los enfoques pedagógicos centrados en el ser humano y respeta las normas y los estándares éticos(UNESCO, 2021, p.2).
El Consenso de Beijing (UNESCO, 2019) sostiene que “el desarrollo de la IA debe estar controlado por el ser humano y centrado en las personas, que la implantación de la IA debe estar al servicio de las personas para mejorar las capacidades humanas” (p. 2).

En este contexto, las instituciones educativas, además de incorporar la IA, tendrán que profundizar en el desarrollo de las capacidades necesarias para el uso de tecnologías habilitadas por IA. Para ello, imagino el desarrollo de un marco de alfabetización en IA que incluya saber “de IA” y saber “con IA”: sin dudas se necesita mayor formación a nivel institución escolar.

Finalmente, imagino también para el 2024, profundizar en el uso de datos de los sistemas de gestión y LMS (analíticas) que sistemas de IA pueden facilitar la tarea.