domingo, 17 de diciembre de 2023

Hacia un personalismo educativo en tiempos de #IA - Reflexiones #2023

Tan solo 1 año atrás, la Inteligencia Artificial (IA) irrumpió con la llegada del chatGPT. Esta Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha logrado captar la atención de la población y, fundamentalmente, tomar un lugar relevante en el ámbito educativo. 

En un mundo gestionado por la IA, el reto de la educación se centra en potenciar las características más humanas de las personas, aquellas que son difícilmente replicables por las máquinas. (Educar Humanos) 

Entonces, ante preguntas que han surgido durante este 2023, y que continúan resonando un año después, como por ejemplo, ¿Cómo mirar el fenómeno del chatGPT? ¿Cómo analizar los avances de la inteligencia artificial?, o mejor aún, ¿cómo situarnos ante esta nueva posibilidad/vulnerabilidad?, ¿cómo convivir con ella sin que nos pase por encima y sin negarla?  

Algunas posibles respuestas....

Toda tecnología plantea un desafío para nuestros valores humanos, y eso es bueno porque hace que reafirmemos cuáles son” (Turkle, 2015, p. 412).  

En su obra La defensa de la conversación, la autora analiza qué le pasa al humano cuando accede al mundo de lo artificial y virtual como una “segunda naturaleza” con la que trata de entablar una conversación. En este escenario, las máquinas, creadas por los humanos, se prestan a la conversación, es decir, “máquinas que hablan y al hablar con ellas no podemos evitar atribuir una naturaleza humana a objetos que no la tienen” (p. 33).

En las últimas décadas, la IA se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas. Siguiendo las ideas de Turkle (2015), las máquinas están programadas para participar en conversaciones como si entendieran de qué hablan hasta el punto de que algunos se han preguntado: ¿hasta dónde puede llegar esto y qué ocurrirá entonces?

Como ocurrió con otras tecnologías disruptivas como Internet, no hay vuelta atrás. Referenciando nuevamente a Turkle (2015), “siempre que los robots sustituyen a los humanos en una función, la gente pasa a hacer cosas más humanas” (p. 450). Y en este sentido,  esta irrupción que nos presenta la IA, es una oportunidad para experimentar, propiciar la creatividad y poner “en acto” el saber crítico en todas las áreas del conocimiento para pensar lo humano en base a lo que la tecnología no puede hacer.

Un interrogante que también entró en el debate con la irrupción de la IA generativa: 

¿deberán los docentes convertirse en inspectores de originalidad buscando detectar si fue la inteligencia humana o la artificial quien resolvió una tarea, o deberán repensar el modo de evaluar los contenidos aprendidos? 

Son cuestiones que interpelan y se suman a la lista de las innovaciones tecnológicas a generar en las instituciones educativas.

Como síntesis de mi mirada sobre la IA de este año, pienso que es necesario poner en el centro las habilidades propias del humano y potenciarlas esencialmente desde 4 pilares interrelacionados para abordar el mundo futuro: la ciencia, la tecnología, la sociedad y las organizaciones. 


Un maravilloso espacio compartido con excelentes profesionales como Pedro Figueroa, Diego, Craig, Domingo Borba y Pablo Bongiovanni.



Aquí dejo una excelente crónica de síntesis elaborada por Pedro Figueroa para revivir los hitos más importantes.

Sin dudas toda abundancia crea una nueva escasez,  y es esto lo que está pasando con la irrupción de la IA, y en particular con la gran ola del chatGPT. Más allá del boom del momento, los modelos generativos de grandes volúmenes de datos se han instalado en la sociedad. 

¿Cómo se logra integrar un enfoque multidisciplinario en donde las educadoras y los educadores sean parte de los desarrollos de IA? 

El diseño en conjunto de estos sistemas con docentes y perfiles pedagógicos especializados podría ser una vía para avanzar en esta línea de trabajo. Por tal motivo resulta necesario fortalecer algunas dimensiones como: la formación docente para poder hacer frente a la complejidad que representa la inclusión de la IA en la educación, el diseño y desarrollo de innovaciones basadas en IA para potenciar las propuestas educativas, la articulación de redes de conocimiento y la investigación en temáticas vinculadas con la incorporación de la IA en la enseñanza y el aprendizaje.

El pasado martes 28 de noviembre participé de 1° Encuentro "La formación docente en el debate público: actores, políticas, experiencias, futuros", del ciclo abierto Tramared.

https://tramared.com/ciclos-abiertos


Aquí dejo una artículo a modo de contribución a dicho ciclo, y que titulé Hacia un personalismo educativo en tiempos de inteligencia artificial.  

La conclusión es que el despliegue y el uso de la IA en la educación deben guiarse por los principios fundamentales de inclusión y equidad.  El creciente uso de las nuevas tecnologías de IA en la educación sólo beneficiará a toda la humanidad si, por su diseño, mejora los enfoques pedagógicos centrados en el ser humano y respeta las normas y los estándares éticos(UNESCO, 2021, p.2).
El Consenso de Beijing (UNESCO, 2019) sostiene que “el desarrollo de la IA debe estar controlado por el ser humano y centrado en las personas, que la implantación de la IA debe estar al servicio de las personas para mejorar las capacidades humanas” (p. 2).

En este contexto, las instituciones educativas, además de incorporar la IA, tendrán que profundizar en el desarrollo de las capacidades necesarias para el uso de tecnologías habilitadas por IA. Para ello, imagino el desarrollo de un marco de alfabetización en IA que incluya saber “de IA” y saber “con IA”: sin dudas se necesita mayor formación a nivel institución escolar.

Finalmente, imagino también para el 2024, profundizar en el uso de datos de los sistemas de gestión y LMS (analíticas) que sistemas de IA pueden facilitar la tarea. 


jueves, 30 de noviembre de 2023

30.11.23 --> ¿Un mundo de máquinas inteligentes?

Tan solo 1 año atrás, exactamente hoy 30 de noviembre, la Inteligencia Artificial (IA) irrumpió con la llegada del chatGPT. Esta Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha logrado captar la atención de la población y, fundamentalmente, tomar un lugar relevante en el ámbito educativo. 

¿Cómo mirar el fenómeno de chatGPT? ¿Cómo analizar los avances de la inteligencia artificial?, o mejor aún, ¿cómo situarnos ante esta nueva posibilidad/vulnerabilidad?, ¿cómo convivir con ella sin que nos pase por encima y sin negarla?  Son preguntas que han surgido durante este año y continúan resonando en conferencias y charlas y debates sobre el tema. 

Las tecnologías generativas, basadas en inteligencia artificial, están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana. Revolucionan la manera en que trabajamos, consumimos y por supuesto también en la educación.

Si dudas, estamos en una época en la cual se alumbran transformaciones y nos preguntamos: ¿Qué desafíos, oportunidades y preocupaciones se nos presentan a docentes e instituciones? ¿Qué capacidades/habilidades son necesarias desarrollar como docentes y estudiantes para un uso crítico y ético de la IA? 

Como aporte a este primer año de la IAG, comparto este libro: EDUCAR HUMANOS, un texto escrito en 2019, que nos invita a pensar un mundo diferente, en el que las máquinas inteligentes tendrán una gran importancia. 



"En un mundo gestionado por la IA, el reto de la educación se centra en potenciar las características más humanas de las personas, aquellas que son difícilmente replicables por las máquinas".

Y en este sentido, es necesario considerar 4 pilares interrelacionados para abordar el mundo futuro: la ciencia, la tecnología, la sociedad y las organizaciones. 

Para ampliar y ejemplificar estas dimensiones, comparto algunas capturas de párrafos que quedaron resonando en mi cabeza... 




lunes, 16 de octubre de 2023

¿Transformar la educación desde la tecnología o transformar la tecnología desde la necesidad educativa?

La pregunta del título surge de la inspiración del artículo Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta. (Cristóbal Suarez Guerrero, Pablo Rivera, Martín Rebour).

El trabajo presenta una construcción de significado educativo de la tecnología, como resultado de codiseño en 5 grandes ámbitos o núcleos problemáticos de la pedagogía: Epistemológico, Finalidad educativa, Contenido, Didáctica, Evaluación.

Como tesis principal, acuerdo con Cristóbal Suarez en que "reducir  el  impacto  de  la tecnología  digital  en  la  educación  a  la  pregunta  sobre el “con qué educar”  no es suficiente  para entender y encarar el reto educativo de la tecnología".

Por otra parte, no  es  lo  mismo  hablar  de  tecnología  educativa  que  de tecnologías  de  la  educación.  De las múltiples preguntas que se pueden caracterizar en este ámbito, rescato del artículo las siguientes:

¿Es lo mismo hablar de educación y TIC, tecnología educativa y pedagogía digital?

¿Son  suficientes  los  métodos  de  investigación  educativa  actuales  para  aprehender  la complejidad del tejido socioeducativo en red?

•¿Existen  pedagogías  digitales  emergentes  o  solo  nuevos  conceptos  tecnológicos  en educación?

•¿Existe consumo tecnológico en educación o apropiación pedagógica de la tecnología?

•¿Es el e-learning la evolución digital de la tecnología educativa?

¿Cuál es el papel de la tecnología digital en la representación actual del conocimiento y la verdad?

•¿Qué problemas educativos resuelve la tecnología digital, y qué otros problemas añaden? y ¿cuáles amplifica?

Las tecnologías digitales constituyen el entorno en el que ya se desenvuelven la enseñanza y el aprendizaje. Están amplificando el concepto de alfabetización, modificando nuestra relación con los contenidos, demandando nuevas formas de enseñanza y aprendizaje y modificando también las fronteras entre lo formal y lo informal. 

En 1984, la UNESCO formuló una doble acepción del concepto de tecnología educativa

“... ha sido concebida como el uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión, ordenadores  y otros tipos de hardware y software”.

“...en un sentido más amplio, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez, los recursos técnicos y humanos, y las interacciones entre ellos, como forma de obtener más efectiva”.

Las tecnologías han mostrado a través de los siglos cómo las comunidades han resuelto sus problemas cotidianos y han convivido con el mundo.  Así, desde mediados del siglo XX asistimos al nacimiento de la tecnología digital, y en los inicios de este siglo, presenciamos el crecimiento de las tecnologías, con la consecuente creación de redes sociales y académicas, espacios colaborativos, seguimos a personas en tiempo real.

En los comienzos del siglo XXI la tecnología educativa comenzó a experimentar un tiempo de reformulación provocado por la emergencia de nuevos paradigmas sobre las ciencias sociales, y por otro, por la revolución impulsada por las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC). En la actualidad,  podemos considerar la siguiente definición: 

“La Tecnología Educativa debe reconceptualizarse como espacio intelectual pedagógico, cuyo objetivo de estudio son los medios, las tecnologías de la información y la comunicación en cuanto a formas de representación, difusión y acceso al conocimiento en diversos contextos educativos:  escolaridad, educación no formal, educación informal, educación a distancia, educación superior. (Area Moreira, 2009, pp: 20)

Como hito significativo del siglo XXI, en marzo de 2020 el escenario digital tomó dimensiones impensadas, en particular, para propiciar la continuidad pedagógica en todos los niveles educativos. En este sentido, la tecnología educativa tomó una “ dimensión amplificada” con posibilidades para potenciar esta transformación en la enseñanza con inclusión de tecnología que tanto hemos teorizado. Pero...  ¿logró genuinamente transcender la perspectiva instrumental? 

 “la tecnología por sí misma no es transformadora. Es la escuela, la pedagogía, quienes son transformadoras” (Tanya Byron).

En acuerdo con Carlos Magro, en su artículo Educar la tecnología educativa, "la tecnología educativa debe entenderse de manera relacional como algo que siempre actúa en un contexto dado, y que interactúa con cuerpos y comportamientos; que se usa de manera diferente en entornos muy diversos."  

Las tecnologías digitales no son solo herramientas para interaccionar con el mundo y entre nosotros, sino que se han convertido en fuerzas ambientales, antropológicas, sociales e interpretativas que están creando y modelando nuestra realidad intelectual y física, cambiando nuestra comprensión de nosotros mismos, modificando cómo nos relacionamos entre nosotros y con nosotros mismos, y cómo interpretamos el mundo (Floridi, 2014, en Carlos Magro).

Y en este sentido, cabe considerar el terrero de la alfabetización digital y el desarrollo de las competencias digitales, bajo el paraguas de la Ciudadanía digital como contenido en sí mismo, e indispensable abordar en la educación formal. La educación digital, hoy no es patrimonio de un aula física, se desarrolla en entornos de aprendizaje muy heterogéneos,  atravesados por una cultura que se amplifica en redes y espacios digitales no formales e informales que merecen ser atendidos en la dimisión de una cultura y ciudadanía digital.

"La tecnología digital se impone de manera irreversible en la vida cotidiana del ciudadano contemporáneo, condicionando sus modos de percibir, pensar, comunicar y actuar" (Carlos Magro). 

Sin embargo, no debemos olvidarnos que las tecnologías no son neutrales, porque la educación tampoco lo es. Toda tecnología incorpora un posicionamiento epistemológico, político y social. (Postman, 1998).

Recupero una categoría interesante que menciona Magro, traída de Tim Fawns, denominada pedagogía entrelazada.

Una pedagogía que mire más allá de las ideas aisladas sobre tecnologías y metodologías, y busque combinaciones ‘situadas y enredadas’ de todos elementos involucrados en la actividad educativa. Reconocer el carácter relacional y situado de la tecnología educativa, asumir que la tecnología y la pedagogía están, inevitablemente, entrelazadas, nos abre posibilidades para abordar mejor los retos de la educación en un contexto tecnológico como el actual

Hoy, hablamos de entornos de aprendizaje, tecnologías emergentes como la RA y RV, también, de sistemas de gestión de aprendizaje y analíticas de aprendizaje.  Ya no es posible pensar una educación sin tecnología, en especial en tiempos en los que la Inteligencia Artificial ha irrumpido en la capa social de la manera que lo hizo con la apertura del chatGPT por la empresa OpenAI.

En estos tiempos, necesitamos "educar la tecnología educativa". Es decir, poder focalizar en el diseño y codiseño de tecnologías vinculadas a los contenidos, los propósitos y las relaciones educativas, integrado en los contextos sociales, culturales y técnicos. 

En tiempos saturados de tecnología como los actuales, es más importante que nunca reclamar lo educativo de la tecnología educativa (Carlos Magro).



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Referencias: 

Magro, C. Co.labora.red. Educar la tecnología educativa (02/12/2022). Disponible en:  https://carlosmagro.wordpress.com/2022/12/02/educar-la-tecnologia-educativa/

Suárez-Guerrero, C., Rivera-Vargas, P., & Rebour, M. (2020). Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta. Edutec. Revista Electrónica De Tecnología Educativa, (73), 7-22. https://doi.org/10.21556/edutec.2020.73.1733

martes, 25 de julio de 2023

Reporte Edu Trends: Aprendizaje a lo largo de la vida

Lo que hoy entendemos por aprendizaje a lo largo de la vida está basado en el discurso actual que nos dice que la educación universitaria ya no es suficiente y, a raíz de la 4° Revolución Industrial, y por qué no de llegada de la Inteligencia Artificial, producto de las tecnologías que difuminan los límites físicos, digitales y biológicos de nuestras vidas, el panorama laboral se ha vuelto cada vez más incierto y debemos mantenernos actualizados.

Además, el hecho de que la esperanza de vida va en aumento, nos permite concluir que nuestra vida laboral también se extenderá, lo mismo que nuestras necesidades de capacitación y actualización.

El sociólogo Zygmunt Bauman ha definido nuestra época como “modernidad líquida”, diciendo que en ella el progreso se da a través de un “cambio inexorable que presagia una crisis y una tensión continuas. En este sentido, podemos decir que vivimos en una sociedad en la que nos vemos obligados a aprender todo el tiempo para encontrar su lugar en la sociedad. 

En este contexto,  la apuesta por la adopción de las credenciales alternativas, microcredenciales e insignias digitales a fin de integrarlas a la oferta educativa como un recurso que añade valor al grado académico, se ha acentuado. El Tec de Monterrey difundió una normatividad interna que reconoce a las credenciales alternativas de forma independiente como programas de educación continua; también se establecieron las condiciones para otorgar crédito académico a nivel de profesional y posgrado por medio de estos certificados.  Como prospectiva a nivel universitario, es clave repensar en este sentido trayectos de formación que integren estas dimensiones.



"Aprendemos siempre”. Afirma el pedagogo brasileño Paulo Freire, según la cita que inicia el prefacio del reporte Edu Trends Aprendizaje a lo largo de la vida, una publicación del Tec de Monterrey realizada a través del Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

En la primera parte del reporte, la autora presenta de manera minuciosa diferencias entre los conceptos educación permanente, continua, recurrente y a lo largo de la vida. En su segunda parte, el reporte Edu Trends ofrece un Glosario Crítico donde se explitan éstos y otros términos, dando una guía para establecer un lenguaje unificado cuando hablamos de Aprendizaje a lo Largo de la Vida.

La tercera y última parte está destinada a presentar y reseñar aquellas universidades e instituciones, a nivel mundial, que han puesto en marcha iniciativas inclusivas en materia de edad para dar respuesta a los cambios demográficos. Un directorio de Universidades que recomiendo leer detenidamente. 

Un reporte que merece su lectura en tiempos de transformaciones profundas y cambios de paradigmas sociales que impactan en el ámbito de la educación.

sábado, 18 de marzo de 2023

#EduCOVID19: a 3 años de hashtag #quedateEnCasa

Desde la primera entrada con el hasthtag #EduCOVID19: Virtualidad y tiempos de repensar la enseñanza en educación superior, contabilicé 21 entradas que contienen el hashtag publicadas entre marzo 2020 y diciembre 2022. 

Aquí un párrafo de aquel primer post significativo en un mar de incertidumbres a nivel planetario en el que nos encontrábamos: 

El espíritu solidario del maravilloso colectivo de docentes y trabajadores de la educación "del mundo", que habitan el increíble mundo de las redes sociales, no ha dejado de sorprenderme: compartir herramientas, tutoriales, conversatorios virtuales, guías didácticas, espacios de consultas, recopilación de enlaces de interés...  En tiempos revueltos y de cuarentena, RECOMIENDO (con Mayúsculas) estar y participar activamente en las redes sociales, no es una "pérdida de tiempo", al contrario. Desde mi experiencia, puedo decir que son genuinos espacios de  aprendizaje e intercambio cuando tenemos un propósito definido.

 

En tanto, como cierre y balance de un ciclo lectivo, en diciembre de 2022 compartía la entrada Recalculando la enseñanza pospandemia en la Universidad, con varios interrogantes: 

  • ¿Qué papel tiene el docente y cómo lo desempeña en la clase? ¿Qué estrategias didácticas son mejores?
  • ¿Qué vale la pena ser enseñado con mediación tecnológica (sincrónica y asincrónica) y qué experiencias resultan vitales en la presencialidad física?
  • ¿Qué realizan los estudiantes? ¿Qué aplicaciones se necesitan para las actividades?
  • ¿Qué contenidos resultarán relevantes y será prioritario construir que no estén a un "clic" de distancia? 

Focalizado a nivel institución: 
  • ¿Qué indicadores de seguimiento serán necesarios considerar para trayectorias educativas cada vez más heterogéneas? 
  • ¿Qué condiciones institucionales serán necesarias para habilitar cambios profundos en las próximas décadas? 
  • ¿Qué diálogos tendremos que construir con la comunidad educativa en su conjunto? 

Un escenario que sin dudas fue mutando a lo largo del tiempo y nos encuentra hoy con algunos interrogantes que parecían tener una respuesta concluyente pero que a mi entender, no resultó así: ¿Quedó atrás la Pandemia? 

                                            

Sin dudas el impacto del COVID19 ha forzado una mejora global de las capacidades tecnológicas pero ¿el mundo verdaderamente se volvió híbrido como se predijo? ¿Las "bondades" y "oportunidades" que presentó la virtualidad para una gran parte de la población, ¿se convirtió en una cambio de vida en lo que respecta a la organización de la vida profesional y personal? 

Los docentes aprendieron a reconceptualizar estrategias de enseñanza de la presencialidad que se adecuen mejor a la enseñanza remota. Aprendieron también que la educación a distancia no necesariamente está asociada a una educación de menor calidad y que merece una preparación técnica y pedagógica para su desarrollo. Aprendieron también a alternar clases en línea 100% con presenciales, en un formato blended o híbrido

Nuevamente nos encontramos en un inicio de ciclo lectivo en la Universidad y en la mayoría de los casos pasamos por alto la planificación de Unidades curriculares flexibles que contemplen propuestas didácticas híbridas con doble puerta de acceso en su realización. Adicionalmente, "formar estudiantes de profesorados capaces para la enseñanza tanto presencial como en línea es una necesidad para preparar a los alumnos para la vida en un mundo híbrido..." Y en este sentido, las estrategias de enseñanza y las formas que los docentes utilicen serán las formas en que los estudiantes aprenden en su formación, y una oportunidad para expandir el ecosistema de entornos de aprendizaje que experimentan los estudiantes.

En el artículo The Coming Sea-Change in Teacher Education, de Chris Dede (2022), y traducido por Alejandro Artopoulos, sugiere algunas ideas importantes a considerar en esta Pospandemia:

Los programas de formación docente deben basarse en las lecciones aprendidas de la pandemia sobre las formas personalizadas de cómo asistir a los formadores de docentes en servicio a partir de lo que saben sobre la enseñanza presencial eficaz y, al mismo tiempo, reconceptualizar las estrategias de enseñanza que funcionan en las clases para adaptarlas a la interacción a distancia.

● Los graduados de los programas de formación docente deben comprender qué tipos de enseñanza se adaptan mejor a los distintos niveles de infraestructura tecnológica de que disponen en la práctica, así como la forma de utilizar los redes sociales para proporcionar apoyo emocional a los estudiantes a distancia. 

● Los programas de formación docente deberían certificar que sus egresados son expertos en la enseñanza presencial y en línea, utilizando garantías de sistemas de simulación de realidad mixta que pueden imitar tanto las interacciones cara a cara como a distancia con los estudiantes (Bondie y Dede, en prensa). 

Retos que nos llevan a repensar y contemplar otros modelos de enseñanza digital, y que implican darnos espacios de diálogo y planificación para poder incorporar las mejores prácticas que podemos diseñar para la virtualidad y para la presencialidad. La Pandemia quedó atrás, pero con muchos aprendizajes que aún debemos atender y capitalizar en pos de una mejora continua.


martes, 10 de enero de 2023

Tendencias 2023 en tecnologías educativas

Las tendencias en tecnologías educativas para 2023 prometen ser interesantes y emocionantes, ya que la tecnología en educación continúa evolucionando de manera constante, en particular a partir del COVID19.

La evolución de la tecnología y su inmersión en la sociedad, están íntimamente ligados al impacto que ambos factores generen. Se hace difícil hablar de tecnologías aisladas como tendencias tecnológicas, más bien resulta de interés mostrar cómo y dónde están desplegando su mayor potencial y en combinación con qué otras tecnologías consiguen los resultados más impactantes. 

En este sentido, si consideramos como ejemplo a los sistemas de Inteligencia Artificial (IA), éstos posibilitan recopilar datos masivos acerca de las prácticas de enseñanza y aprendizaje que resultan más potentes en diferentes entornos. El docente cuenta con información para poder analizar el proceso realizado por cada alumno en relación con diversos factores contextuales y al ambiente particular en el que el aprendizaje ha tenido lugar. La IA colabora también en la identificación de posibles situaciones que obstaculizan el aprendizaje de los estudiantes.

Según el artículo publicado en E-learning actual, las tendencias más importantes que se esperan ver durante este año que inició recientemente son: 

  • Aumento y consolidación de la Inteligencia Artificial (IA)
  • Consolidación del aprendizaje móvil
  • Uso de la RA, RV y RE en educación 
  • Personalización y adaptabilidad en el aprendizaje 
  • Experiencias de gamificación

Este artículo fue elaborado con chatGPT, un sistema de conversación con IA programado por la empresa OpenIA. Un sistema que se encuentra en fase de prueba y ha captado la atención de los usuarios al final de 2022. Se puede acceder libremente y de manera gratuita a través de la web https://chat.openai.com/chat

En 2022 sin dudas hemos visto grandes cambios en IA, varios sectores han abrazado esta tecnología y las tendencias predicen que su relevancia será mayor durante este año, y la educación no puede permanecer al margen. Las contribuciones potenciales de la IA a la educación son grandes oportunidades que valen la pena indagar en este año.

¿Qué nos espera en 2023? Este artículo Las 10 grandes tendencias tecnológicas del año

A las mencionadas anteriormente: administración de múltiples instancias en la nube (Metacloud), uso de Blockchain en las arquitecturas tecnológicas, logística autónoma a partir del uso más frecuentes de robots para tareas automatizables (era de la hiperautomaticación) y la computación cuántica. 

Tenemos por delante un año para indagar en los retos que implica la IA para la investigación educativa, y fundamentalmente estar abiertos a la validación de esquemas que sirvan de guía para manejar tecnologías digitales basadas en datos en procesos de aprendizaje.

¡Feliz año nuevo 2023!