sábado, 7 de julio de 2018

Los materiales didácticos: perspectivas y sentidos en el diseño y desarrollo para la educación del siglo XXI

Con la web 2.0 nos encontramos con numerosos recursos y herramientas: términos como blog, wiki, redes sociales…. Podemos identificar diferentes niveles de integración y uso de recursos de Internet, que van de lo simple a lo complejo, hasta escenarios virtuales de aprendizaje. Hoy, las TIC suponen una formación y aprendizaje permanentes,  ¿cuál es entonces el impacto en la educación formal? 
Las TIC propician diferentes formas de lectura, de escritura,… que nos llevan a nuevas alfabetizaciones que implican modelos y enfoques diferentes de enseñanza y de aprendizaje.

En el 2014, García Aretio (referente ineludible de la EAD)  publicó su último libro “Bases, mediaciones y futuro de la EAD en la sociedad digital” (Síntesis).  11 capítulos en videos en youtube.

El elemento comunicación es esencial en la EAD, y ahora en un contexto de enseñanza y aprendizaje a distancia y abierto. Presenta 3 grandes bloques de la EAD planteada en la sociedad digital (actual). Una EAD que se presenta como complemento y pero también en un escenario complejo y heterogéneo, que ha recorrido desde la enseñanza por correspondencia hasta los MOOC (actuales).


Siguiendo la línea que nos propone García Aretio, la EAD la entendemos como un diálogo didáctico mediado con un fuerte componente social, pedagógico y por diferentes soportes tecnológicos entre el docente y el estudiante que, ubicado en espacios  diferentes aprende de forma independiente y colaborativa. Así, se refiere también a diálogos simulados (con los materiales), sincrónicos, asincrónicos…

En el siguiente esquema, destacamos 4 componentes esenciales en un programa de EAD: docencia (institución), estudiante (aprendizaje), materiales (contenidos) y comunicación (canales y vías); y entre estos componentes ubicamos el diálogo con un calificativo didáctico.



Las tendencias actuales nos presentan nuevos modelos que pueden ser válidos en educación, tales como entornos personales de aprendizaje, comunidades de práctica que propician el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje móvil, hasta llegar a los MOOC que han adquirido un lugar destacado en el debate y en la investigación en el ámbito educativo de nivel superior a partir de  2012.

Actualmente, Internet configura un entorno de acción y representación del aprendizaje que implica acceder a una forma de organización del conocimiento y comunicación pensada en red. En este escenario, la modalidad a distancia utiliza “la red” como medio tecnológico para la distribución de la información, como así también posibilita la comunicación entre alumnos y profesores a través de diferentes herramientas tanto sincrónicas como asincrónicas.
Sin embargo, podemos decir que aún existe poca experiencia para trabajar en entornos abiertos como los que se conforman en la red; y no siempre se disponen de recursos estructurales y organizativos para su implementación y funcionamiento.

En el siguiente esquema, se presentan las variables que intervienen cuando la interacción en la red y la inclusión de tecnologías digitales comienzan a formar parte de la educación y el aprendizaje. Del esquema, podemos extraer como primera reflexión que la tecnología es la que da comienzo  a la acción formativa, y deber ser lo más amigable y flexible posible, pero en sí misma no es la variable crítica del sistema.

Variables de la formación en Red. Esquema adaptado de Cabero (2006).Bases pedagógicas del e-learning. (p. 5)


Así, con la web 2.0 surge la posibilidad de “publicar y producir en la red” y no solo consumir información. Este nuevo entorno ofrece oportunidades de aprendizaje y se amplían o amplifican las posibilidades en el aula.  En la actualidad, la tecnología permite recrear el ambiente del aula en forma virtual.
La red nos ofrece un contexto interactivo tanto con la información como entre las distintas participaciones de la acción formativa, profesores, alumnos. Por otra parte, la red permite realizar no solo actividades de carácter individual sino también grupales y colaborativas. La importancia de la interactividad para que el proceso de aprendizaje se convierta en una acción activa y constructiva.

La planificación de la enseñanza representa un momento crucial para la organización de la tarea docente. De todas formas, para comenzar la tarea de planificación didáctica, alguna de las decisiones deben ser prioritarias. Así, podemos considerar:

  • Para qué enseñar: esto lleva a pensar en los fines y objetivos de la tarea docente.
  • Qué enseñar: los contenidos organizados en redes, mapas, listas, índices, entre otros. En esta época de superabundancia de información, el tema de los contenidos obliga a repensar en organizadores que permitan encontrar un elemento estructurante para que los alumnos reciban, organicen, reestructuren, guarden y recuperen los contenidos presentados.
  • Cómo enseñar: remite a la forma en la que actuaremos para presentar el contenido pero, al mismo tiempo, qué se le pedirá a los estudiantes que hagan para transitar el camino propuesto.
  • Con qué enseñar: vinculado con el fenómeno de mediación, los medios a utilizar también representan un cómo. Su lenguaje invoca una forma de configuración de la realidad, un modelo de interactividad con los estudiantes de forma individual o en grupos, un rol del docente y una forma de diálogo.

El surgimiento de una plataforma tecnológica PLE, es decir, un entorno más abierto, facilita el desarrollo de modos de producir que estimulan las prácticas de elaboración y una nueva manera de aprender que genera otras posibilidades de interacción.  Tanto en el diseño de contenidos como en la propuesta de actividades mediadas por tecnologías, con el propósito de fortalecer las competencias de nuestros estudiantes. Los cambios generacionales de la EAD vinculados con la masificación del uso de diversos LMS, y la recuperación de los principios constructivistas y sociales, van configurando un escenario diferente. Además, existen incipientes aportes de aprendizaje ubicuo o enfoque de diseño centrado en los PLE. La confluencia de todos estos elementos permitirá pensar en el diseño de alternativas con énfasis en la actividad como eje clave o central de los materiales.

Históricamente, las propuestas de EAD centraban gran parte de sus esfuerzos en el desarrollo de materiales didácticos, ya que los mismos constituían la propuesta de enseñanza en sí misma. Pensados para un alumno en solitario y en una etapa de la EAD con escasas posibilidades para el desarrollo de un diálogo real, era fundamental la generación de un diálogo simulado  que diera cuenta de una interacción entre el docente-autor de los contenidos y el estudiante, de modo de propiciar procesos de aprendizaje.  Los materiales se caracterizaron por una alta estabilidad y por ser cerrados en sí mismo.
Materiales didácticos es distinto a materiales educativos. Así, los materiales didácticos responden a una secuencia y objetivos pedagógicos previstos para enseñar un contenido a un destinatario. La finalidad no es solo transmitir una información a cierto tipo de público, sino que el alumno aprenda y comprenda las temáticas a trabajar.

Una propuesta de educación virtual y en línea puede estar articulada en torno a los siguientes 4 elementos: los contenidos ya existentes y accesibles en la red, el diseño de buenas propuestas de actividades que utilicen los recursos disponibles en la web (aplicaciones de producción que facilitan procesar, generar, organizar, etc…. La producción y circulación de conocimiento), la disposición de entornos que propicien interacciones profundas y con sentido, y una revalorización de la función docente como guía y mediador de los aprendizajes.
Contar con un material didáctico que cumpla la función de brújula, hoja de ruta, mapa de navegación, en contraposición a materiales autosuficientes en los que se concentra todo el saber que el alumno tiene que aprender, y así, se intenta mostrar que el conocimiento siempre es provisorio, que depende del compromiso del alumno y de una sólida propuesta.

En el escenario de la EAD actual, los materiales didácticos tienen que superar la idea tradicional de transmisión de información y contenidos, tienen que ser nuevas propuestas pensadas como guía, hoja de ruta, que articulen con otras estrategias propias de la modalidad. La incorporación de hipertexto cambia la forma de leer, escribir y elimina la linealidad. Genera nuevos contenidos para el aprendizaje implica romper con la idea de material como proveedor de toda la estructura didáctica donde el alumno se limita a seguir una secuencia determinada.

Desde esta perspectiva, es posible desarrollar una buena propuesta de educación en línea articulada en torno a las siguientes 4 coordenadas:
  1. la disposición de entornos que propicien interacciones profundas y con sentido,
  2. el diseño de buenas propuestas de actividades que utilicen los recursos disponibles en la web para la producción de las e-actividades,
  3. una revalorización de la función docente como guía y mediador de los aprendizajes,
  4. los contenidos ya existentes y accesibles en la red.
En este contexto, el rol del docente es clave, y repensar la formación desde otras concepciones de interacción social. Es central para el diseño y desarrollo de los materiales didácticos que los docentes encaren la tarea con herramientas básicas que los orienten a pensar en la elaboración de materiales, considerando los fundamentos de la modalidad. Este escenario que hemos definido requiere de una nueva formación de los docentes quienes tendrán que redefinir sus roles y adquirir nuevas competencias, en poner el acento en el aprendizaje y en la actividad del estudiante.

Para finalizar, comparto algunas líneas para seguir pensando...
  • Los materiales para la modalidad a distancia deben poder asegurar un diálogo didáctico mediado  (García Aretio).
  •  En la producción de materiales, hay que tener en cuenta especificidad de destinatarios, fines de la Institución, relación con la propuesta didáctica en sí  (Especializaciones, curso, MOOC…).
  •  Pensar la producción de materiales en función de los cambios, las innovaciones y transformaciones en la modalidad  (propuestas pensadas como “guía”, “hoja de ruta”….).
  • Considerar espacios de intercambio para la búsqueda y creación del equipo de docentes  (reflexión de la propia práctica, experiencia, investigación).



domingo, 28 de enero de 2018

Tendencias 2018: Informe Horizon 2017 en educación superior

Como todos los años, la Higher Education Edition, conjuntamente con New Media Consortium (NMC) y EDUCAUSE Learning Initiative (ELI), elaboran el informe The NMC Horizon Report, en el que se identifican y describen las seis tecnologías emergentes que tendrán un impacto significativo en la educación superior en los próximos cinco años.

Como novedad de esta edición que abarca el período 2017-2021, NMC presenta, en forma de tablas, una recopilación de las tecnologías, tendencias y desafíos recogidos en sus informes desde que la serie comenzara, allá por el año 2002.

Además de esas tecnologías, se analizan seis tendencias claves y seis desafíos para educación superior.
En la siguiente imagen se sintetiza la propuesta para los cinco años:



Centrándonos en esta edición de 2017, encontramos que muchas de las tendencias, desafíos y tecnologías se repiten respecto a la edición pasada. En realidad, más que repetirse, evolucionan en cuanto a las tecnologías se refiere. Por ejemplo, el aprendizaje móvil no presenta las mismas características ni el mismo potencial actualmente que hace algunos años,  las mismas analíticas de aprendizaje, un campo en continuo desarrollo y que buscan ser plenamente integradas en las próxima generación de Sistemas de Gestión del Aprendizaje (LMS).

Precisamente esas analíticas de aprendizaje son la base de uno de los desarrollos tecnológicos llamados a tener un gran impacto en la educación superior a corto plazo, las tecnologías de aprendizaje adaptativo, como ya se preveía en la edición de 2016.

Por otra parte, los Makerspaces y la Realidad Aumentada y Virtual, tecnologías observadas a medio plazo en el informe de 2016, han sido reemplazas en el actual por el Internet de las Cosas (IoT) y los Sistemas de Gestión del Aprendizaje (LMS) de próxima generación. Y, a largo plazo, la Inteligencia Artificial y las Interfaces Naturales de Usuario han ocupado el lugar de la Computación Afectiva y la Robótica (edición 2016 del informe).

El diseño de aprendizaje mixto, desde el flipped classroom hasta la incorporación de módulos de aprendizaje adaptativo, ha encabezado la lista de tendencias de las últimas ediciones, propulsado por el incremento de la flexibilidad y ubicuidad que proporcionan las tecnologías. Estrechamente vinculado con esta tendencia, la integración de pedagogías de aprendizaje profundo en educación superior ha ido adquiriendo cada vez más importancia, y puede evidenciarse con la incorporación de estrategias como el Aprendizaje basado en Problemas, en Proyectos, y en Retos.

Otra tendencia que reviste importancia es el Rediseño de los espacios de aprendizaje. Así, un diseño de entornos flexibles, inclusión de talleres creativos o makerspaces, pueden promover más los principios de aprendizaje a lo largo de la vida, más allá del "aula tradicional". Además de los entornos físicos, considero importante incluir el rediseño de entornos virtuales para el aprendizaje, más próximo a la combinación de un aprendizaje formal con el informal; que integre el aula virtual con el "afuera", fomentando también experiencias de aprendizaje autónomo que permitan explorar y conectar nuevas áreas más allá de su formación académica.

En este contexto, las responsabilidades de los docentes también se están modificando, es decir, se encuentra el desafío de un Replanteamiento del rol docente. Se espera un rol y participación más activa en los procesos de enseñanza: han de ser curadores y facilitadores de experiencias de aprendizaje, alentando a los estudiantes a desarrollar mejores hábitos de investigación y de formulación de preguntas profundas para potenciar una aprendizaje personalizado, contextualizado y basado en competencias.

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Más información:
1- Informe Horizon 2017: Enseñanza Universitaria. Tecnologías emergentes
2- La educación que se dibuja en el horizonte: el NMC Horizon Report 2017
3- Informe Horizon 2017: consolidación de tendencias


miércoles, 17 de enero de 2018

Educación digital: avances y desafíos 2018

Durante los últimos días de diciembre 2017 terminaba de leer la publicación Cuaderno: Infraestructura digital para educación. Avances y desafíos para Latinoamérica , exactamente 2 años después que salía la publicación, es decir, en diciembre 2015.

Sin dudas, la infraestructura digital es una componente central de las políticas de TIC para las escuelas, y los países de la región están dando pasos importantes en este sentido. No obstante, el alcance de los cambios propuestos por las tecnologías resultan de un impacto significativo en la vida social y cultural que es necesario no perder de vista por parte de los estados.

En este sentido, y luego de poco más de dos décadas de desarrollo de la infraestructura digital para educación, la región presenta avances significativos junto con grandes deudas en la conectividad y banda ancha para un grupo de países, especialmente en zonas rurales y sectores vulnerables. Los desafíos en esta materia son enormes y cambiantes.
Las decisiones sobre infraestructura deben ser "maduradas" por cada país acordes con su desarrollo digital y perspectivas educativas, regulando la influencia de los mercados tecnológicos y articulando los aportes de otras instituciones.

Aquí, las principales conclusiones del informe:
1. Los cambios tecnológicos y la experiencia en las escuelas durante las últimas décadas han moldeado los diferentes modelos que han dado forma a esta infraestructura en educación, como los computadores en laboratorios especiales; portátiles y pizarras interactivas en las aulas; y la provisión de netbooks y tablets directamente a los niños. Sucesivas generaciones de políticas públicas han contribuido a superponer estos distintos modelos en las escuelas, enriqueciendo cada vez más el acceso de los estudiantes tanto en sus escuelas como hogares. 
2. La infraestructura en educación en la región presenta avances importantes a nivel de escuelas y hogares. Sin embargo, la realidad está lejos de ser homogénea: mientras hay países con indicadores más cercanos a los de países desarrollados, otros están muy rezagados. Se observan también marcadas diferencias de acceso al interior de la mayoría de los países de la región entre los distintos grupos socio- económico y entre sectores urbanos y rurales. 
3. La infraestructura educativa está altamente relacionada con el desarrollo digital de los países, pues se potencian mutuamente. En muchos países, las políticas públicas han reforzado los procesos de masificación de las TIC en la sociedad y en educación en particular, pese a lo cual la región está aún lejos de los países más desarrollados, especialmente en lo que concierne a la masificación de Internet. 
4. Las fuerzas de los mercados tecnológicos globales no están necesariamente alineadas con las necesidades de los sistemas educativos y las políticas requieren modular su influencia sobre las decisiones de infraestructura, al mismo tiempo que aprovechan su contribución a las mismas. Esta mediación es también necesaria en la relación de las políticas con otros agentes del ámbito educativo-tecnológico, como las organizaciones internacionales y el campo académico. 
5. El desarrollo de la infraestructura digital requiere considerar todas sus dimensiones y no solo las decisiones sobre dispositivos, que es donde tienden a focalizarse las políticas. Estas otras dimensiones mínimas incluyen los espacios físicos, condiciones de seguridad, alimentación eléctrica, soporte técnico y administrativo, reciclaje de residuos y, por supuesto, acceso a Internet de banda ancha de buena calidad. 
6. En un contexto de creciente consenso sobre la obligación de los Estados de garantizar el acceso a Internet y los derechos digitales de su población, especialmente la escolar, los gobiernos han implementado políticas de universalización que, en general, no han rendido los frutos esperados en la región; asimismo han dado creciente acceso a través de las escuelas, lo que ciertamente ayuda, pero también en cierta medida distorsiona, los usos educativos que se le debiera dar a la tecnología en su aulas. 
7. Está emergiendo un escenario de creciente presencia y uso de dispositivos móviles en las aulas, especialmente netbooks y tablets, lo que estaría facilitando un mayor uso de la tecnología en las escuelas. En particular, el uso de tablets se está haciendo crecientemente popular, pero no hay todavía evidencia de que esté teniendo algún impacto. Los teléfonos celulares también son objeto de mucho
interés pues están disponibles en los bolsillos de los estudiantes, pero su utilización es más acotada y está, en general, prohibida en las escuelas. 
8. Los países que distribuyen netbooks a sus estudiantes podrían tener que enfrentar una situación difícil de revertir: la salida de estos dispositivos del mercado. Ante este escenario, podría estudiarse políticas mixtas que focalicen la inversión pública en aquellos estudiantes que no puedan llevar sus propios dispositivos a la escuela (modelo BYOD). Sin embargo, este tipo de políticas obligaría a revisar el rol que deben tener los Estados para asegurar el derecho a una educación pública que incluye el acceso al conocimiento de Internet de manera igualitaria. 
9. Por último, es difícil saber cuáles de las diversas tendencias que emergen en el horizonte tecnológico lograrán instalarse en el contexto educativo, pero hay dos que cabe mencionar pues actualmente están entrando con fuerza a las escuelas. La primera es el uso de los servicios en la nube para compartir aplicaciones, documentos y trabajo colaborativo; y la segunda es la programación de computadores asociada a proyectos que desarrollan artefactos basados en kit de robótica y makers.

Siguiendo a María Teresa Lugo (2012), podemos agregar que la extensión de las experiencias educativas más allá de las aulas, la creación de comunidades educativas diversas, el fortalecimiento de las modalidades colaborativas y horizontales a través de redes para la construcción del conocimiento, como la accesibilidad a materiales didácticos en diversos formatos,  son elementos que la cultura digital, y en particular el aprendizaje móvil, aportan al diseño de nuevos modelos educativos. Estos factores son necesarios considerar en los sistemas educativos cuando hablamos de una integración tecnológica, pues no alcanza con la entrega de dispositivos.

A modo de síntesis, en Latinoamérica se evidencian políticas públicas de fuerte contenido tecnológico, pero estas transformaciones aún tiene que impactar en los ámbitos de educación formal, que asuman el desafío de planificar y gestionar políticas TIC, programar y evaluar los sistemas educativos, incorporar innovaciones didácticas en contexto que trasciendan el último hallazgo digital, y por supuesto, no olvidar la formación de recursos humanos que hace a la comunidad educativa en esta cultura digital.