lunes, 16 de octubre de 2023

¿Transformar la educación desde la tecnología o transformar la tecnología desde la necesidad educativa?

La pregunta del título surge de la inspiración del artículo Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta. (Cristóbal Suarez Guerrero, Pablo Rivera, Martín Rebour).

El trabajo presenta una construcción de significado educativo de la tecnología, como resultado de codiseño en 5 grandes ámbitos o núcleos problemáticos de la pedagogía: Epistemológico, Finalidad educativa, Contenido, Didáctica, Evaluación.

Como tesis principal, acuerdo con Cristóbal Suarez en que "reducir  el  impacto  de  la tecnología  digital  en  la  educación  a  la  pregunta  sobre el “con qué educar”  no es suficiente  para entender y encarar el reto educativo de la tecnología".

Por otra parte, no  es  lo  mismo  hablar  de  tecnología  educativa  que  de tecnologías  de  la  educación.  De las múltiples preguntas que se pueden caracterizar en este ámbito, rescato del artículo las siguientes:

¿Es lo mismo hablar de educación y TIC, tecnología educativa y pedagogía digital?

¿Son  suficientes  los  métodos  de  investigación  educativa  actuales  para  aprehender  la complejidad del tejido socioeducativo en red?

•¿Existen  pedagogías  digitales  emergentes  o  solo  nuevos  conceptos  tecnológicos  en educación?

•¿Existe consumo tecnológico en educación o apropiación pedagógica de la tecnología?

•¿Es el e-learning la evolución digital de la tecnología educativa?

¿Cuál es el papel de la tecnología digital en la representación actual del conocimiento y la verdad?

•¿Qué problemas educativos resuelve la tecnología digital, y qué otros problemas añaden? y ¿cuáles amplifica?

Las tecnologías digitales constituyen el entorno en el que ya se desenvuelven la enseñanza y el aprendizaje. Están amplificando el concepto de alfabetización, modificando nuestra relación con los contenidos, demandando nuevas formas de enseñanza y aprendizaje y modificando también las fronteras entre lo formal y lo informal. 

En 1984, la UNESCO formuló una doble acepción del concepto de tecnología educativa

“... ha sido concebida como el uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales, televisión, ordenadores  y otros tipos de hardware y software”.

“...en un sentido más amplio, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez, los recursos técnicos y humanos, y las interacciones entre ellos, como forma de obtener más efectiva”.

Las tecnologías han mostrado a través de los siglos cómo las comunidades han resuelto sus problemas cotidianos y han convivido con el mundo.  Así, desde mediados del siglo XX asistimos al nacimiento de la tecnología digital, y en los inicios de este siglo, presenciamos el crecimiento de las tecnologías, con la consecuente creación de redes sociales y académicas, espacios colaborativos, seguimos a personas en tiempo real.

En los comienzos del siglo XXI la tecnología educativa comenzó a experimentar un tiempo de reformulación provocado por la emergencia de nuevos paradigmas sobre las ciencias sociales, y por otro, por la revolución impulsada por las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC). En la actualidad,  podemos considerar la siguiente definición: 

“La Tecnología Educativa debe reconceptualizarse como espacio intelectual pedagógico, cuyo objetivo de estudio son los medios, las tecnologías de la información y la comunicación en cuanto a formas de representación, difusión y acceso al conocimiento en diversos contextos educativos:  escolaridad, educación no formal, educación informal, educación a distancia, educación superior. (Area Moreira, 2009, pp: 20)

Como hito significativo del siglo XXI, en marzo de 2020 el escenario digital tomó dimensiones impensadas, en particular, para propiciar la continuidad pedagógica en todos los niveles educativos. En este sentido, la tecnología educativa tomó una “ dimensión amplificada” con posibilidades para potenciar esta transformación en la enseñanza con inclusión de tecnología que tanto hemos teorizado. Pero...  ¿logró genuinamente transcender la perspectiva instrumental? 

 “la tecnología por sí misma no es transformadora. Es la escuela, la pedagogía, quienes son transformadoras” (Tanya Byron).

En acuerdo con Carlos Magro, en su artículo Educar la tecnología educativa, "la tecnología educativa debe entenderse de manera relacional como algo que siempre actúa en un contexto dado, y que interactúa con cuerpos y comportamientos; que se usa de manera diferente en entornos muy diversos."  

Las tecnologías digitales no son solo herramientas para interaccionar con el mundo y entre nosotros, sino que se han convertido en fuerzas ambientales, antropológicas, sociales e interpretativas que están creando y modelando nuestra realidad intelectual y física, cambiando nuestra comprensión de nosotros mismos, modificando cómo nos relacionamos entre nosotros y con nosotros mismos, y cómo interpretamos el mundo (Floridi, 2014, en Carlos Magro).

Y en este sentido, cabe considerar el terrero de la alfabetización digital y el desarrollo de las competencias digitales, bajo el paraguas de la Ciudadanía digital como contenido en sí mismo, e indispensable abordar en la educación formal. La educación digital, hoy no es patrimonio de un aula física, se desarrolla en entornos de aprendizaje muy heterogéneos,  atravesados por una cultura que se amplifica en redes y espacios digitales no formales e informales que merecen ser atendidos en la dimisión de una cultura y ciudadanía digital.

"La tecnología digital se impone de manera irreversible en la vida cotidiana del ciudadano contemporáneo, condicionando sus modos de percibir, pensar, comunicar y actuar" (Carlos Magro). 

Sin embargo, no debemos olvidarnos que las tecnologías no son neutrales, porque la educación tampoco lo es. Toda tecnología incorpora un posicionamiento epistemológico, político y social. (Postman, 1998).

Recupero una categoría interesante que menciona Magro, traída de Tim Fawns, denominada pedagogía entrelazada.

Una pedagogía que mire más allá de las ideas aisladas sobre tecnologías y metodologías, y busque combinaciones ‘situadas y enredadas’ de todos elementos involucrados en la actividad educativa. Reconocer el carácter relacional y situado de la tecnología educativa, asumir que la tecnología y la pedagogía están, inevitablemente, entrelazadas, nos abre posibilidades para abordar mejor los retos de la educación en un contexto tecnológico como el actual

Hoy, hablamos de entornos de aprendizaje, tecnologías emergentes como la RA y RV, también, de sistemas de gestión de aprendizaje y analíticas de aprendizaje.  Ya no es posible pensar una educación sin tecnología, en especial en tiempos en los que la Inteligencia Artificial ha irrumpido en la capa social de la manera que lo hizo con la apertura del chatGPT por la empresa OpenAI.

En estos tiempos, necesitamos "educar la tecnología educativa". Es decir, poder focalizar en el diseño y codiseño de tecnologías vinculadas a los contenidos, los propósitos y las relaciones educativas, integrado en los contextos sociales, culturales y técnicos. 

En tiempos saturados de tecnología como los actuales, es más importante que nunca reclamar lo educativo de la tecnología educativa (Carlos Magro).



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Referencias: 

Magro, C. Co.labora.red. Educar la tecnología educativa (02/12/2022). Disponible en:  https://carlosmagro.wordpress.com/2022/12/02/educar-la-tecnologia-educativa/

Suárez-Guerrero, C., Rivera-Vargas, P., & Rebour, M. (2020). Preguntas educativas para la tecnología digital como respuesta. Edutec. Revista Electrónica De Tecnología Educativa, (73), 7-22. https://doi.org/10.21556/edutec.2020.73.1733