“Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) son la palanca principal de transformaciones sin precedentes en el mundo contemporáneo. En efecto, ninguna otra tecnología originó tan grandes mutaciones en la sociedad, en la cultura y en la economía” (pag. 13).
Indudablemente, este nuevo contexto ha generado nuevas necesidades de cambio, ha movido los cimientos de la enseñanza tradicional para ser revisada y replanteada, se ha vuelto necesario buscar nuevos métodos de enseñanza que integren estas nuevas tecnologías en nuestro ámbito educativo, en concordancia con las nuevas realidades sociales
Si bien es un libro específico para el nivel educativo superior, puede extenderse a la comunidad educativa en su conjunto. La obra está centrada en el análisis de las metodologías de aprendizaje actuales con incorporación de tecnologías. Así, la interrogante que invita a responder es ¿A través de qué metodología es más efectiva usar determinada tecnología?
La integración metodológica es relevante y, en la mayoría de los casos, no está completamente integrada en la formación en TIC a través de la práctica docente.
La metodología es el río que hace fluir la docencia”. Una metodología no adecuada puede confundir al alumnado en su proceso de trabajo, modificar sus ritmos de aprendizaje y crear incongruencias relativas al trabajo colaborativo o individual. La revisión de nuestras metodologías tradicionales se hace fundamental para que el aprendizaje pueda seguir siendo significativo. Debemos enfocar la renovación de nuestra metodología hacia la búsqueda de otras nuevas más atractivas y motivadoras, adaptadas al contexto en el que trabajamos (pag 28).
En la búsqueda de esta metodología no debemos perder de vista cómo aprenden ahora los estudiantes: un nuevo perfil evolucionado a través de la era digital que requiere ser un aprendiz autónomo, capaz de autorregularse y con habilidades para el estudio independiente, automotivado y permanente. Requiere asimismo aprender a tomar decisiones y solucionar problemas en condiciones de conflicto e incertidumbre, así como a buscar y analizar información en diversas fuentes para transformarla en aras de construir y reconstruir el conocimiento en colaboración con otros.
“Implica que lo relevante del aprendizaje es poder “transformar lo que se sabe” y no únicamente poder “decir lo que se sabe” como en el caso de la educación centrada en la adquisición de saberes declarativos inmutables”.
Las propuestas de esta obra se organizan básicamente en torno a los enfoques de “aprender sobre tecnologías” en lugar de “aprender con tecnologías”. El “aprender sobre tecnologías” se centra en el desarrollo de habilidades de manejo técnico de herramientas informáticas, en tanto, las concepciones orientadas a “aprender con tecnologías” incorporan a las competencias TIC, y en este punto la formación del profesorado no solo se limita a la adquisición de determinados contenidos durante unas horas de formación específicas, sino la clave está en dotarlos de la capacidad de aprender a lo largo de la vida más allá de la dimensión instrumental de la tecnología.
Adicionalmente, el desarrollo de estas habilidades relacionadas con la competencia digital y la personalización del aprendizaje, aportan al alumno la autonomía necesaria para ser capaz de dirigir sus propios procesos de aprendizaje, siendo crítico con toda aquella información que llega a su poder.
Son muchas las metodologías que podemos investigar, tanto las que provienen de la educación tradicional como las más novedosas traídas del contexto de la era digital. No obstante, este texto no tiene por objetivo mostrarlas todas creando un catálogo metodológico, sino aconsejar un abanico factible de ellas que aporten al lector un conocimiento general de las diferentes naturalezas metodológicas que podemos considerar para la heterogeneidad de nuestra práctica educativa en educación superior. (pag 42).
El libro nos invita a la búsqueda de “la metodología adecuada”. Para ello, la autora propone estrategias y recomendaciones que nos facilitarán animarnos a experimentar, minimizando los riesgos y dejando abierta la puerta cada vez más a nuevos procesos educativos, organización de comunicación, de trabajo en red y colaboración, así como las operaciones mentales, habilidades y actitudes implicadas en esas tareas.
En la segunda parte del libro, se proponen cuatro metodologías/modelos propicios para esta era digital, aunque aplicables también en contextos no digitales.
- Trabajo colaborativo
- Flipped classroom
- Trabajo por proyectos
- Educación disruptiva
Las TIC desafían los límites espaciales y temporales de las escuelas, más allá del aula los jóvenes tienen acceso a una riqueza de oportunidades de aprendizaje que sobrepasa por volumen y diversidad lo que podría existir en cualquier aula o biblioteca escolar. En este escenario: ¿cómo se diluye la diferencia entre educación formal e informal?
Centrándonos en el último concepto Educación Disruptiva, que en el libro se desarrolla de manera muy completa, articulado con las pedagogías invisibles, aprendizaje ubicuo e informal. Acuerdo con autores que consideran a este enfoque no absolutamente rupturista sino viable a una integración a través de la metodología en el aula.
Un libro que, si bien fue escrito años antes del 2020, es una buena oportunidad para pensar en una reformulación del ámbito educativo y sus modalidades, donde se combine la presencialidad con otro tipo de tiempos y espacios.
