La pandemia del COVID19, como punto de inflexión, nos mostró la necesidad de transformar nuestras prácticas de enseñanza. En particular, este punto de inflexión se presentó a partir de la "variable digital" que, antes de la pandemia, o bien era marginal o sinónimo de innovación. Estas certezas nos permiten definir que no podemos volver atrás como si nada hubiera sucedido. No somos los mismos como docentes; pero nuestros estudiantes tampoco lo son. Hemos rediseñado nuestras estrategias didácticas y construido saber didáctico en un hacer distinto.
- ¿Qué papel tiene el docente y cómo lo desempeña en la clase? ¿Qué estrategias didácticas son mejores?
- ¿Qué vale la pena ser enseñado con mediación tecnológica (sincrónica y asincrónica) y qué experiencias resultan vitales en la presencialidad física?
- ¿Qué realizan los estudiantes? ¿Qué aplicaciones se necesitan para las actividades?
- ¿Estamos documentando, sistematizando estas experiencias en vistas a la construcción de nuevas categorías para la enseñanza universitaria?
- ¿Qué contenidos circulan por las redes y pueden ser de expansión y de enriquecimiento de contenidos disciplinares centrales?
- ¿Qué contenidos resultarán relevantes y será prioritario construir que no estén a un "clic" de distancia?
- ¿Cómo serán los aprendizajes en los próximos años?
- ¿Qué indicadores de seguimiento serán necesarios considerar para trayectorias educativas cada vez más heterogéneas?
- ¿Qué condiciones institucionales serán necesarias para habilitar cambios profundos en las próximas décadas?
- ¿Qué diálogos tendremos que construir con la comunidad educativa en su conjunto?