Los entornos de e-learning son entornos complejos en los que no sólo se encuentran el docente y el alumno, sino que desempeñan un papel importante tanto los medios tecnológicos como el grupo de profesores, la organización y la coordinación como potenciadora y facilitadora, con sus decisiones, de esta metodología.
El término e-learning comenzó a utilizarse a finales de 1997 y actualmente se lo aplica para indicar todo tipo de aprendizaje basado en las TIC. Elliott Masie, uno de los pioneros del e-learning, lo puntualiza de la siguiente manera:
“El eLearning no es un curso puesto en un PC, sino una nueva mezcla de recursos, interactividad, rendimiento. Una nueva estructura para el aprendizaje, una combinación de servicios de enseñanza proporcionados a través del uso de herramientas tecnológicas que proporciona un alto valor añadido: a cualquier hora y en cualquier lugar” (Informe de e-leusis.net, 2004:16).
Además de e-learning, sabemos que existen otros términos para hacer referencia al aprendizaje electrónico: aprendizaje virtual, aprendizaje en red, teleformación, por mencionar los más comunes. Utilicemos el término que sea, las características que definen esta modalidad podemos resumirlas en:
No obstante, el nuevo paradigma en la “educación virtual” trata de lograr que la tecnología sea una herramienta para entender la profesionalización pedagógica, más allá de buscar que el rol del docente sea el de un especialista en medios hipermediales.
En esta línea entonces, tomando como referencia el gráfico de "Etapas del e-learning" Revista Learning Review Latinoamérica, nro. 25, podemos identificar en el “mundo del e-learning” tres etapas diferenciadas en función de las herramientas que la tecnología ha puesto a su disposición, sin olvidar que existe una gran interactividad entre ellas, puesto que las tecnologías de una etapa coexisten con las de otras durante bastante tiempo.
Así, el hecho de que una herramienta pertenezca a una etapa anterior no significa que esté obsoleta o haya que dejar de utilizarla. Tenemos que considerar que las tecnologías se van adaptando y actualizando constantemente, buscando resolver las necesidades de los usuarios.
El término e-learning comenzó a utilizarse a finales de 1997 y actualmente se lo aplica para indicar todo tipo de aprendizaje basado en las TIC. Elliott Masie, uno de los pioneros del e-learning, lo puntualiza de la siguiente manera:
“El eLearning no es un curso puesto en un PC, sino una nueva mezcla de recursos, interactividad, rendimiento. Una nueva estructura para el aprendizaje, una combinación de servicios de enseñanza proporcionados a través del uso de herramientas tecnológicas que proporciona un alto valor añadido: a cualquier hora y en cualquier lugar” (Informe de e-leusis.net, 2004:16).
Además de e-learning, sabemos que existen otros términos para hacer referencia al aprendizaje electrónico: aprendizaje virtual, aprendizaje en red, teleformación, por mencionar los más comunes. Utilicemos el término que sea, las características que definen esta modalidad podemos resumirlas en:
- Separación de docentes y estudiantes durante la mayor parte del proceso (no están presentes físicamente en el espacio ni en el tiempo).
- Los medios (escritos, audiovisuales, etc.) son portadores de información que sustituyen a los contenidos que en la enseñanza tradicional transmite el profesor.
- La comunicación entre quien enseña a través de los materiales y los estudiantes está mediatizada por el trabajo didáctico que existe en los materiales y por el rol que desempeña el docente o tutor.
No obstante, el nuevo paradigma en la “educación virtual” trata de lograr que la tecnología sea una herramienta para entender la profesionalización pedagógica, más allá de buscar que el rol del docente sea el de un especialista en medios hipermediales.
En esta línea entonces, tomando como referencia el gráfico de "Etapas del e-learning" Revista Learning Review Latinoamérica, nro. 25, podemos identificar en el “mundo del e-learning” tres etapas diferenciadas en función de las herramientas que la tecnología ha puesto a su disposición, sin olvidar que existe una gran interactividad entre ellas, puesto que las tecnologías de una etapa coexisten con las de otras durante bastante tiempo.
Por ejemplo, si tomamos el concepto e-learning 2.0, ¿a qué nos estaríamos refiriendo? Podríamos decir que a la transición de las aplicaciones que podríamos llamar más tradicionales, como ser los LMS o LCMS, entornos cerrados y más estructurados, hacia aplicaciones que funcionan a través de plataformas de la Web accesibles desde cualquier dispositivo y enfocadas al usuario final. Se trata entonces de aplicaciones que permiten definir nuevos proyectos que propician la colaboración, como de servicios que reemplazan las aplicaciones de escritorio.
Si bien este gráfico fue elaborado en 2008, hoy, en los inicios de 2013 (5 años más tarde) tomando como referencia el reciente Informe de Tendencias en educación en relación a las tecnologías, Horizon report 2013-2017, y haciendo un breve análisis de los resultados en el corto plazo, una primera conclusión a la que arribo es, si bien estamos transitando el último tramo, aún continuamos en la etapa que llamamos e-learning 2.0 ¿Acuerdan?
Veamos las tendencias a 5 años:
Menos de 1 año
- Flipped Classroom
- MOOCs
- Apps para móviles
- Tablet Computing
2 a 3 años
- Realidad Aumentada
- Aprendizaje basado en juegos
- Internet de las cosas
- Analíticas de Datos
4 a 5 años
- Impresoras 3D
- Pantallas flexibles
- Baterías de Próxima Generación
- Tecnología “vestible”
Sin dudas el tema “MOOC” en educación superior fue uno de los más tratados durante el 2012 y continuará siéndolo a lo largo del 2013: ¿Cuál será la situación de los MOOC en las universidades al finalizar este año? ¿Se logrará consolidar la etapa de e-learning 3.0 en educación superior?
Algunos interrogantes que…. quizás ¿no tengan respuesta al cierre de 2013?
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Referencia:
- E-leusis.net. (2004). El
futuro del eLearning: análisis del mercado y del contexto actual del eLearning.
Salamanca: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.