Comparto este artículo presentado en el 53 Encuentro de Centros Innovadores 25-11-20.
Aquí una síntesis....
Al igual que en la presencialidad, en la virtualidad, el diseño de actividades de aprendizaje y de evaluación podemos decir que son dos caras de una misma moneda. Así, en el diseño de las actividades es importante pensar en 3 elementos sustanciales: el recurso, la colaboración y el acompañamiento (Gross, 2011) ¿Qué pasa cuando estos elementos los pensamos en clave de capacidades o aptitudes para el aprendizaje?
En el relato de esta experiencia, se presenta un enfoque de enseñanza por aptitudes para la formación docente y algunas estrategias que se implementaron en esta docente de emergencia remota COVID-19.
¿Es posible pensar en un aprendizaje efectivo e inclusivo en un entorno virtual?
Dentro de las ventajas que se atribuyen a la virtualidad es su flexibilidad, lo que posibilita entonces implementar propuestas educativas organizadas y apropiadas a la realidad que estamos viviendo.
Esta flexibilidad requiere también de parte de los alumnos mayores dosis de autonomía, reflejada en capacidades como la organización de sus tiempos, la planificación de rutinas de trabajo, la perseverancia y la capacidad de autoevaluarse.
Si bien la planificación tuvo que ser repensada para un nuevo contexto, que se ha caracterizado por muchos como “de emergencia”, planificar por capacidades o aptitudes en todas las asignaturas, nos facilitó el proceso intempestivo de cambio hacia la virtualidad, tanto para los estudiantes como para el equipo docente.
Ese repensar, por supuesto permitió aprovechar también la inclusión de las tecnologías para desarrollar capacidades y habilidades como la gestión efectiva, la autorregulación y de priorizar contenidos para la organización del aprendizaje.
Desde AQUÍ se puede acceder a la presentación visual y, AQUÍ comparto el enlace directo a la presentación digital.
También dejo la presentación realizada en el Congreso TED Entramar 2021 realizado durante los días 18 y 19 de febrero.