viernes, 25 de julio de 2025

¿En qué punto está la Inteligencia Artificial? ¿Qué usos estamos haciendo en 2025?

Cada año, la consultora Gartner publica su famoso Hype Cycle, una herramienta visual que nos ayuda a entender en qué etapa se encuentran las tecnologías emergentes. 

El gráfico divide la evolución de una tecnología en cinco fases:

  1. Disparador de innovación: cuando surgen nuevas ideas o avances, pero aún sin aplicaciones claras.

  2. Pico de expectativas sobredimensionadas: donde todo parece posible, y la tecnología recibe atención mediática y promesas de revolución.

  3. Valle de la desilusión: cuando los resultados reales no cumplen con el entusiasmo inicial.

  4. Pendiente de la iluminación: las aplicaciones útiles empiezan a consolidarse.

  5. Meseta de productividad: la tecnología madura y se integra de forma estable en distintos sectores.

En su versión 2025, el foco está puesto en la Inteligencia Artificial, y los resultados son más que interesantes para quienes trabajamos en educación, innovación o desarrollo tecnológico.



Según el gráfico, tecnologías como AI AgentsSovereign AI o Artificial General Intelligence están en el pico del entusiasmo, mientras que otras, como Generative AI (la que usamos con herramientas como ChatGPT) ya comienzan a descender hacia una etapa más crítica, donde se evalúan sus verdaderas posibilidades, riesgos y límites. Estas áreas concentran el entusiasmo en general y gran parte de la inversión de las empresas tecnológicas.

En cambio, herramientas como los servicios de IA en la nube, los gráficos de conocimiento o la destilación de modelos están avanzando hacia fases más estables, con beneficios reales y medibles.

Una lectura interesante: muchas de las tecnologías más mediáticas hoy podrían tardar entre 5 y 10 años en madurar. Algunas incluso más. Y otras, simplemente, nunca llegarán a usarse masivamente.

En tanto, hace unas semanas, me encontré con este gráfico, asociado a un estudio reciente citado por la revista Harvard Business Review (HBR), que analizó los 10 principales casos de uso de la IA Generativa en 2024 y 2025. 

Los resultados resultan significativos: mientras en 2024 predominaban las tareas técnicas y de productividad, en 2025 los principales usos de las aplicaciones IA se orientan al bienestar emocional, el desarrollo personal y la vida cotidiana.




Según el ranking publicado por HBR, en 2024 el uso más común fue la generación de ideas, seguido por el acompañamiento emocional (therapy/companionship) y la búsqueda específica de información. Sin embargo, en 2025, esta última fue desplazada por dos nuevas prioridades: organizar la vida personal y encontrar propósito, dos usos que ni siquiera figuraban en el top 100 el año anterior. 

Esto indica una transformación profunda en cómo las personas están integrando la IA en su vida diaria.

El uso de la IA indica un giro de lo técnico a lo emocional, el informe identifica un crecimiento sostenido en áreas como la terapia, la productividad personal y el desarrollo individual. La IA, ¿de copiloto a acompañante de vida y guía existencial? 

Este cambio también se refleja en las categorías temáticas: los usos ligados al apoyo personal y profesional y al aprendizaje y educación crecieron notablemente, mientras que aquellos vinculados a investigación y análisis” o “soporte técnico” perdieron relevancia. Así, el troubleshooting, que ocupaba el séptimo lugar en 2024, se mantuvo sin cambios, pero con menor protagonismo frente a nuevas necesidades emergentes.

Por su parte, usos como “generar código para profesionales” o “mejorar código” se mantienen entre los diez primeros puestos, lo que muestra que los usuarios expertos aún encuentran en la IA Generativa un aliado técnico. Sin embargo, lo notable es que la generación de ideas, que lideraba en 2024, descendió al sexto lugar en 2025, superada por prioridades más introspectivas.

Otro dato ilustrativo: el uso de la IA para brindar “consejos generales”, que en 2024 ocupaba el décimo puesto, desapareció del ranking, ubicándose en el puesto 75 en 2025. Esto sugiere un uso más específico, que ya no busca respuestas genéricas sino interacciones más significativas y personalizadas. 

La IA ya no solo resuelve problemas. Ahora también acompaña, ordena, motiva y sostiene. ¿Estamos efectivamente en presencia de una IA Agéntica?

Sin dudas, el hype tiene implicancias relevantes para el diseño de herramientas de IA y las políticas de innovación educativa. La IA Generativa comienza a funcionar no solo como asistente técnico, sino como actor simbólico y afectivo dentro del ecosistema digital, reflejando una demanda creciente de apoyo emocional y sentido vital.


Finalmente, comparto la traducción al español de la infografía (imagen) con asistencia de ChatGPT: