lunes, 28 de octubre de 2013

¿Es la Web un entorno virtual interactivo en las aulas digitales? (PARTE II)

La forma en que nos comunicamos, relacionamos, trabajamos, estudiamos, construimos conocimiento, nos dispersamos, sin dudas se ha modificado de forma contundente. Así, cotidianamente nos encontramos permeados por distintos estímulos mediados por entornos digitales.

¿Qué pasa en particular en el plano educativo?

Lo que resulta innegable es que se ha producido una significativa expansión de las tecnologías en todos los ámbitos de la vida humana, afectando no solo a la educación sino al comercio, el modo en que se maneja el sector privado, y las posibilidades que ofrece para mejorar la gestión.
Así, a la alfabetización tradicional, que hasta ahora se ha ocupado la escuela, se suma la necesidad de una alfabetización digital que nos ayude a desenvolvernos en la llamada sociedad de la información.
Hace unos meses, en el post ¿Es la Web un entorno virtual interactivo en las aulas digitales? (PARTE I) nos referíamos al concepto de alfabetización digital a partir de una presentación de Manuel Area y nos preguntábamos: ¿Qué factores resultan potenciadores para el desarrollo de un aprendizaje colaborativo en el aula con apoyo de TIC? 

Podemos afirmar que resulta necesario incluir las TIC  para que, no solo se logre la alfabetización digital, sino también el desarrollo de un trabajo en red que pueda estar disponible en "la nube". De esta manera, el trabajo colaborativo se está apoyando cada vez más en tecnologías, siendo las redes sociales y las comunidades virtuales dos tecnologías de gran relevancia. Así, trabajar en comunidades y redes virtuales se basa en la participación y el intercambio entre vínculos, se construye la socialización y una producción de conocimiento significativa.

El aumento de los sitios de redes sociales indica un cambio en la organización de comunidades en línea. De esta manera, las personas son el centro de las redes sociales, en tanto son los intereses el centro de toda comunidad de aprendizaje.

Por otra parte, podemos destacar 3 elementos constitutivos, válidas tanto para las redes sociales como para las comunidades virtuales, y que son: interactividad, el componente afectivo y el tiempo de interacción.
Muchas son las propuestas formativas grupales y colaborativas que tienen por finalidad crear entornos participativos y más activos, que logren superar el trabajo aislado e independiente. Me pregunto entonces si, dadas estas condiciones, junto a un diseño didáctico basado fundamentalmente en recursos colaborativos de la web social, las redes sociales permiten un aprendizaje significativo para los estudiantes, que hoy en día las utilizan para su pasatiempo y generación de vínculos afectivos.

En este artículo de Julio Cabero y Verónica Marín, publicado en el monográfico "Educación y tecnologías en México y América Latina, Percepciones y riesgo" de la RUSC, creo haber encontrado una respuesta.
Percepciones de los estudiantes universitarios latinoamericanos sobre las redes sociales y el trabajo en grupo es un trabajo de investigación realizado con estudiantes de Argentina, España, República Dominicana y Venezuela, donde se exponen los resultados de un estudio sobre el grado de conocimiento que tiene el alumnado respecto a las redes sociales y sus percepciones para el trabajo en grupo. Entre los hallazgos obtenidos, es de destacar que los estudiantes tienen una elevada percepción acerca del trabajo en grupo, junto con la posibilidad de trabajar en línea con pares de otras zonas geográficas.


sábado, 28 de septiembre de 2013

¿Los elementos de un aula virtual sólo son tecnológicos?

Veo esta infografía que describe los componentes de un aula digital, y lo primero que me viene a la cabeza es .... ¿qué hay de la pedagogía?
¿Cuáles son los usos más frecuentes que hacemos de estos recursos? ¿Qué estrategias posibles podemos pensar para mejorar e incentivar la integración de las tecnologías en las prácticas de enseñanza?


Fuente: http://eduarea.wordpress.com/2012/08/20/los-elementos-de-un-aula-digital-infografia/

"Podemos utilizar las nuevas tecnologías para aprender lo de siempre como siempre", como sostienen Cope y Kalantzis (2009) pero creo que tenemos una gran oportunidad para pensar cómo diseñar nuestras actividades de aprendizaje que permitan una integración eficiente de estos recursos.

lunes, 19 de agosto de 2013

Hacia una conceptualización del blended learning

El impacto de las tecnologías en la educación se refleja en cambios tangibles tanto en el rol de los docentes como en el de los alumnos. Al modelo basado en la metodología controlada por parte del profesor y en la transmisión directa a los estudiantes que se comportan como simples receptores, surge un nuevo modelo bajo un paradigma pedagógico en el cual docentes y alumnos interactúan en un entorno más enriquecedor y donde las metodologías se centran en el estudiante, partícipe activo en el proceso de aprendizaje.

El uso de las TIC ha generado también una nueva necesidad en la formación ante el cambio producido en conceptos como espacio y tiempo. La formación presencial no resulta ser una respuesta completa y suficiente. Básicamente, las crecientes exigencias de mayor capacitación profesional en el mercado  han llevado a las Universidades y Centros de Posgrado a ampliar las oportunidades de educación superior con propuestas de formación y capacitación a distancia con soporte en entornos virtuales.

Entre estas “nuevas propuestas” me interesa centrarme en la modalidad  blended learning (b-learning), que combina la enseñanza presencial con la utilización de Internet como medio de comunicación en entornos virtuales de aprendizaje.


El blended learning posibilita combinar espacios (clases presenciales y virtuales), recursos (analógicos y digitales) y tiempos, que producen modificaciones en los roles de docentes y alumnos como también en los modelos organizativos.

Así, considero que el b-learning combina la eficacia y la eficiencia de la clase presencial con la flexibilidad del e-learning, sin que con ello la aplicación de éste último en sí mismo sea ineficaz.
Las experiencias de aprendizaje en entornos virtuales sin dudas favorecen el trabajo colaborativo y permiten al estudiante desarrollar habilidades más autónomas acorde a los tiempos y situaciones personales, y ésto, articulado con la actividad presencial, se convierte en una propuesta efectiva que contribuye al proceso de aprendizaje.

Actualmente, podemos decir que las prácticas de enseñanza en nivel superior están organizadas combinando transmisión de conocimientos, uso de tecnologías, experimentación, trabajo en equipo, compartiendo conocimiento e información. Ahora, ¿esta combinación realmente  resulta transversal? ¿está organizada en red?
La flexibilidad de los medios digitales nos permite combinar metodologías para transformar tanto la enseñanza como el aprendizaje, pero me pregunto si aún no seguimos replicando modelos y metodologías verticales y de transmisión unidirección, que muchas veces reproducen en los entornos virtuales las dinámicas, organización y gestión de los sistemas presenciales.

Partiendo entonces de esta idea, ¿cómo veo el potencial del blended learning? Lo pienso como parte de un proceso de combinación más amplio que sólo involucre a las TIC,  en el marco de una sociedad que se organiza cada vez de forma más generalizada en red, incluyendo ambientes de aprendizaje "propios" de cada estudiante.

Y entonces.... ¿por qué surgió este post? La intención fue intentar organizar mis ideas y conceptos que hacen al b-learning , para pasar a reflexionar sobre este artículo que me llegó a través de la red hace unos días: ¿No es el modelo Blended Learning lo mismo que Flipped classroom?