La forma en que nos comunicamos, relacionamos, trabajamos, estudiamos, construimos conocimiento, nos dispersamos, sin dudas se ha modificado de forma contundente. Así, cotidianamente nos encontramos permeados por distintos estímulos mediados por entornos digitales.
¿Qué pasa en particular en el plano educativo?
Lo que resulta innegable es que se ha producido una significativa expansión de las tecnologías en todos los ámbitos de la vida humana, afectando no solo a la educación sino al comercio, el modo en que se maneja el sector privado, y las posibilidades que ofrece para mejorar la gestión.
Así, a la alfabetización tradicional, que hasta ahora se ha ocupado la escuela, se suma la necesidad de una alfabetización digital que nos ayude a desenvolvernos en la llamada sociedad de la información.
Hace unos meses, en el post ¿Es la Web un entorno virtual interactivo en las aulas digitales? (PARTE I) nos referíamos al concepto de alfabetización digital a partir de una presentación de Manuel Area y nos preguntábamos: ¿Qué factores resultan potenciadores para el desarrollo de un aprendizaje colaborativo en el aula con apoyo de TIC?
Podemos afirmar que resulta necesario incluir las TIC para que, no solo se logre la alfabetización digital, sino también el desarrollo de un trabajo en red que pueda estar disponible en "la nube". De esta manera, el trabajo colaborativo se está apoyando cada vez más en tecnologías, siendo las redes sociales y las comunidades virtuales dos tecnologías de gran relevancia. Así, trabajar en comunidades y redes virtuales se basa en la participación y el intercambio entre vínculos, se construye la socialización y una producción de conocimiento significativa.
El aumento de los sitios de redes sociales indica un cambio en la organización de comunidades en línea. De esta manera, las personas son el centro de las redes sociales, en tanto son los intereses el centro de toda comunidad de aprendizaje.
Por otra parte, podemos destacar 3 elementos constitutivos, válidas tanto para las redes sociales como para las comunidades virtuales, y que son: interactividad, el componente afectivo y el tiempo de interacción.
Muchas son las propuestas formativas grupales y colaborativas que tienen por finalidad crear entornos participativos y más activos, que logren superar el trabajo aislado e independiente. Me pregunto entonces si, dadas estas condiciones, junto a un diseño didáctico basado fundamentalmente en recursos colaborativos de la web social, las redes sociales permiten un aprendizaje significativo para los estudiantes, que hoy en día las utilizan para su pasatiempo y generación de vínculos afectivos.
En este artículo de Julio Cabero y Verónica Marín, publicado en el monográfico "Educación y tecnologías en México y América Latina, Percepciones y riesgo" de la RUSC, creo haber encontrado una respuesta.
Percepciones de los estudiantes universitarios latinoamericanos sobre las redes sociales y el trabajo en grupo es un trabajo de investigación realizado con estudiantes de Argentina, España, República Dominicana y Venezuela, donde se exponen los resultados de un estudio sobre el grado de conocimiento que tiene el alumnado respecto a las redes sociales y sus percepciones para el trabajo en grupo. Entre los hallazgos obtenidos, es de destacar que los estudiantes tienen una elevada percepción acerca del trabajo en grupo, junto con la posibilidad de trabajar en línea con pares de otras zonas geográficas.
¿Qué pasa en particular en el plano educativo?
Lo que resulta innegable es que se ha producido una significativa expansión de las tecnologías en todos los ámbitos de la vida humana, afectando no solo a la educación sino al comercio, el modo en que se maneja el sector privado, y las posibilidades que ofrece para mejorar la gestión.
Así, a la alfabetización tradicional, que hasta ahora se ha ocupado la escuela, se suma la necesidad de una alfabetización digital que nos ayude a desenvolvernos en la llamada sociedad de la información.
Hace unos meses, en el post ¿Es la Web un entorno virtual interactivo en las aulas digitales? (PARTE I) nos referíamos al concepto de alfabetización digital a partir de una presentación de Manuel Area y nos preguntábamos: ¿Qué factores resultan potenciadores para el desarrollo de un aprendizaje colaborativo en el aula con apoyo de TIC?
Podemos afirmar que resulta necesario incluir las TIC para que, no solo se logre la alfabetización digital, sino también el desarrollo de un trabajo en red que pueda estar disponible en "la nube". De esta manera, el trabajo colaborativo se está apoyando cada vez más en tecnologías, siendo las redes sociales y las comunidades virtuales dos tecnologías de gran relevancia. Así, trabajar en comunidades y redes virtuales se basa en la participación y el intercambio entre vínculos, se construye la socialización y una producción de conocimiento significativa.
El aumento de los sitios de redes sociales indica un cambio en la organización de comunidades en línea. De esta manera, las personas son el centro de las redes sociales, en tanto son los intereses el centro de toda comunidad de aprendizaje.
Por otra parte, podemos destacar 3 elementos constitutivos, válidas tanto para las redes sociales como para las comunidades virtuales, y que son: interactividad, el componente afectivo y el tiempo de interacción.
Muchas son las propuestas formativas grupales y colaborativas que tienen por finalidad crear entornos participativos y más activos, que logren superar el trabajo aislado e independiente. Me pregunto entonces si, dadas estas condiciones, junto a un diseño didáctico basado fundamentalmente en recursos colaborativos de la web social, las redes sociales permiten un aprendizaje significativo para los estudiantes, que hoy en día las utilizan para su pasatiempo y generación de vínculos afectivos.
En este artículo de Julio Cabero y Verónica Marín, publicado en el monográfico "Educación y tecnologías en México y América Latina, Percepciones y riesgo" de la RUSC, creo haber encontrado una respuesta.
Percepciones de los estudiantes universitarios latinoamericanos sobre las redes sociales y el trabajo en grupo es un trabajo de investigación realizado con estudiantes de Argentina, España, República Dominicana y Venezuela, donde se exponen los resultados de un estudio sobre el grado de conocimiento que tiene el alumnado respecto a las redes sociales y sus percepciones para el trabajo en grupo. Entre los hallazgos obtenidos, es de destacar que los estudiantes tienen una elevada percepción acerca del trabajo en grupo, junto con la posibilidad de trabajar en línea con pares de otras zonas geográficas.