Durante estos últimos años, en particular desde su impacto máximo en 2012, los MOOC han sido aclamados por muchos como una solución a la falta de acceso a la educación en los países en desarrollo, por proporcionar a un gran número de interesados, de cualquier parte del mundo, oportunidades para estudiar a través de Internet.
Acuerdo con varias posiciones de colegas que los MOOC representan una evolución de la educación a distancia. Así, un curso abierto masivo y en línea no surgió en el año 2011, sino que devienen de una evolución de las formas de enseñar y aprender mediadas por los actuales medios electrónicos y desarrollos de la tecnología, en particular producida en estas últimas dos décadas.
Sin embargo, la virtud más importante que han tenido los MOOC, es centrar su atención en la enseñanza virtual, en la docencia "centrada en el estudiante" y en ofrecer una formación que no proporciona en su mayoría la Universidad.
En la siguiente conversación con autoridades de la Universidad Virtual de Quilmes, Miguel Zapata se refiere a las posibilidades de los MOOC para la enseñanza futura y el diseño instruccional, clave para su desarrollo.
Así, los MOOC ofrecen la oportunidad de repensar acerca de los nuevos modelos de educación superior en línea y gratuita, en donde los cursos están abiertos a cualquier usuario de Internet.
Zapata analiza también el papel de los MOOC en la crisis de la educación universitaria, presentando claves para un diseño instruccional acorde a las teorías del aprendizaje y a la situación actual de la educación superior.
En este contexto, este tipo de cursos "deberían ofrecer oportunidades para la interacción entre el profesor y los alumnos y entre los propios alumnos, una opción de la cual carecen muchos MOOC", nos dicen Zapata.
Se refiere también a otras características que se deberían incluir en un diseño instruccional de un MOOC, tales como las analíticas de aprendizaje y la personalización, que nos permiten conseguir una percepción más completa de cuáles son las preferencias y las representaciones que el individuo posee de la realidad y del mundo que lo rodea vinculadas a las distintas formas de aprender.
En consecuencia, con la tecnología se pueden crear espacios de aprendizaje (PLE) que propicien un aprendizaje en "la propia hábitat" de cada individuo. Así, la incorporación de tecnología facilita también al docente recursos de seguimiento y evaluación personalizado del aprendizaje. De esta manera, no es necesario llegar "al final del proceso" para una intervención formativa.
Sin embargo, varios expertos acuerdan en que uno de los principales problemas de los MOOC es la falta de capacidad para la colaboración de los alumnos a través de una interfaz centrada en los estudiantes.
En este contexto, los xMOOC han sido criticados por la adopción de un modelo de transmisión de conocimientos y de ofrecer una experiencia individualizada permitiendo a los estudiantes tomar rutas alternativas a través del material que ofrecen. Sin embargo, no proporcionan una experiencia de aprendizaje social o atención personal.
Por el contrario, los cMOOC ofrecen grandes oportunidades para las formas tradicionales de los enfoques de enseñanza y la pedagogía centrada en el alumno.
Sin embargo, en esta línea de pensamiento, Zapata se presenta algo crítico al referirse que los MOOC se quedaron en "otra forma", hay otras opciones de cursos abiertos y en línea. ¿Se terminaron entonces los MOOC conectivistas? ¿Se terminaron los cursos de escala?
Así, la tendencia sería ofrecer cursos personalizados y a "la carta", es decir, una evolución de los cMOOC a los PLE.
Por otra parte, la idea de "logro" comienza a ser relevante en el nuevo paradigma educativo de los curso abiertos en línea, en contraposición a los estándares de la educación industrial.
En esta evolución entonces, el aprendizaje colaborativo y la comunicación serían una parte esencial de los MOOC. Esperemos que en este 2016 puedan experimentarse estas tendencias en un mayor número de propuestas de cursos abiertos.