jueves, 6 de febrero de 2025

Innovación en educación en tiempos de tecnologías emergentes: ¿Qué lugar le damos a la IA en las innovaciones?


¿Por qué innovar?

Resulta de valor recuperar los sentidos de la palabra innovación formada por tres componentes latinos:In-nova-ción.
El prefijo “in‑”, nos ayuda a mantener un cierto pragmatismo en las propuestas. “Nova”, refiere a algo nuevo.
El sufijo “‑ción”, supo acción, y por ello, implica duración y proceso.

En ese sentido, hablar de innovación es diferente, por ejemplo, de revolución. 
Innovar no es solo concebir una nueva idea, sino desarrollarla, ponerla en práctica, aplicarla. 

Podemos referirnos a la innovación como los cambios con respecto a ciertos rasgos de la enseñanza tradicional. Así, podemos enfocamos en innovaciones que pongan en el centro de la escena a los estudiantes como protagonistas de los aprendizajes. –generar propuestas potentes de vínculos con el conocimiento, promover el aprendizaje basado en la comprensión, generar climas de aprendizaje dialógico y participativo, favoreciendo la creatividad y la metacognición.

Innovaciones que se dan a nivel de aula, poseen un carácter institucional e involucran a varios actores. Por este motivo se incentivan dinámicas de trabajo colaborativo docente, expansiones de propuestas hacia el mundo real mediante invitaciones y entrevistas con expertos de la disciplina, y proyectos interdisciplinarios.

¿Qué lugar le damos a las tecnologías en las innovaciones? ¿Qué lugar le damos a la IA en las innovaciones?

Entendemos que las tecnologías no constituyen una innovación per se dado que ello implicaría sostener una perspectiva basada en el determinismo tecnológico.

Recomiendo escuchar las siguientes conferencias de dos referentes en el tema:


Conferencia Hugo Pardo. EDUTEC 2018. 





Conferencia Juan Freire. V Congreso EDO 2018.

Como docentes, en particular en estos tiempos de IA, tenemos que poder identificar las competencias fundamentales que queremos que nuestros estudiantes tengan. Estamos preparando a futuros ciudadanos en un mundo donde la IA estará disponible, entonces debemos pensar en cómo construir competencia en la educación para que los estudiantes puedan desarrollarse.

¿Cómo vamos a incorporar modelos como ChatGPT en el proceso de aprendizaje? 

Para poder dar respuesta a esta pregunta, traigo un excelente artículo de Mariano Fernandez Enguita: De Sócrates al ChatGPT, que recomiendo su lectura.

Le pedí a ChatGPT que hiciera una síntesis del artículo, destacando cuatro ideas principales, acompañadas de citas textuales extraídas del mismo. Aquí la respuesta: 
  1. La resistencia inicial a nuevas tecnologías y sus limitaciones
    El artículo arranca recordando el escepticismo de Sócrates hacia la escritura, que, según Platón en el Fedro, “devaluará la memoria y dará una mera apariencia de sabiduría”. Esta crítica no solo denuncia el rechazo de una herramienta revolucionaria, sino que también señala su falta de interactividad, ya que, al igual que la pintura, “no responde, no te hace caso, no dialoga”. Esto explica por qué, a pesar de haber impulsado el desarrollo de la escuela, la escritura y la imprenta instauraron un modelo educativo unidireccional y pasivo.

  2. La transformación de la educación a través de tecnologías sucesivas
    Con el paso del tiempo, cada nueva tecnología –desde la escritura hasta la imprenta y los medios audiovisuales– transformó la forma en que se registraba y transmitía el conocimiento. Sin embargo, estas innovaciones también conllevaron limitaciones, pues “escritura e imprenta promovieron la escuela, sí, pero hicieron cada vez más unilaterales, transmisivos y pasivos el aprendizaje y la educación”. Así, mientras la imprenta posibilitó una escolarización casi universal, los audiovisuales, por su falta de interacción, nunca lograron encajar plenamente en el ámbito escolar.

  3. La revolución de la transformación digital
    La llegada del “artilugio digital” –compuesto por dispositivos personales, software replicador y una conectividad ubicua– ha supuesto un cambio radical. Este conjunto de tecnologías no solo supera a sus predecesores en eficiencia y costo, sino que añade funcionalidades antes ausentes. Como afirma el artículo, “este artilugio ya hace o facilita absolutamente todo lo que anteriores instrumentos escolares, mejor y más barato, y añade mucho de lo que faltaba y lo que vendrá”. Este avance apunta a una educación más dinámica, interactiva y adaptativa.

  4. La irrupción de la inteligencia artificial y el renacer del diálogo en la enseñanza
    La introducción de la inteligencia artificial, ejemplificada por ChatGPT, permite recuperar el elemento del diálogo en la educación. Aunque la IA puede asumir muchas tareas docentes, el artículo enfatiza que “la IA no sustituirá en ningún caso al docente en su empleo, pero sí que lo hará en muchas de sus tareas, y lo hará mejor, siempre que aquél siga en el puesto de mando”. Este punto subraya la importancia de ver a la inteligencia artificial como una herramienta de apoyo que potencia el proceso educativo, sin reemplazar la figura del profesor.

Esta síntesis recoge cómo, a lo largo de la historia, las tecnologías han modificado el proceso de enseñanza y aprendizaje, desde la crítica inicial de Sócrates hasta la actual integración de la inteligencia artificial en el aula, resaltando tanto los beneficios como las limitaciones inherentes a cada etapa.


Es decir, no se trata de "IA sí o IA no".  No hay opción para no IA". La apuesta es una IA que amplifique, aumente la inteligencia (natural y artificial). 

El futuro, y no tan lejano, no será de aquellos que dominen herramientas digitales,  sino de aquellos que puedan "evolucionar" junto con la tecnología que cambia rápidamente, enfocados en los elementos exclusivamente humanos del aprendizaje y la comprensión. Esto requiere más que adaptación, una genuina transformación.