domingo, 4 de diciembre de 2022

¿Se consolida la enseñanza híbrida?

Recientemente me encuentro con este video de Manuel Area en el que sintetiza los elementos sustanciales que conciben una enseñanza híbrida en el nivel superior, como también las potencialidades en vistas a esta Pospandemia en la que nuestras vidas -y la sociedad en su conjuntos-, se han vuelto híbridas.  

Propone básicamente 4 grandes modelos para la enseñanza híbrida: 

1- Enseñanza presencial con cámara que supone una transmisión en simultáneo del entorno presencial a través de un sistema de videoconferencia: interacción SINCRÓNICA en distintos espacios físicos.

2- Enseñanza presencial + video reuniones que supone una mezcla de encuentros presenciales y otros virtualesInteracción SINCRÓNICA, o bien todas presenciales o todas a través de videoconferencia. 

3- Enseñanza presencial + aula virtual constituía por sesiones presenciales y trabajo autónomo en un  espacio virtual, sin presencia del docente: interacción SINCRÓNICA en espacio físico y ASINCRÓNICA online. 

4- Híbrido y flexible en el que el estudiante  "elige" considerando tres dimensiones:

  • canal: presencial o virtual
  • tiempo: sincrónico o asincrónico
  • metodología didáctica: aprendizaje por proyectos o aprendizaje por temas/ contenidos.

Este último modelo podemos decir que es emergente para la situación hoy de la mayoría de las instituciones de Educación Superior, no obstante, resulta de un gran potencial como oportunidad de una transformación educativa genuina. 


Más allá del modelo de preferencia, es necesario pensar la enseñanza híbrida como un "flujo de situaciones de aprendizaje" planificado bajo un diseño pedagógico, que contemple fundamentalmente una flexibilidad curricular y organizativa. Por supuesto, un ejercicio nada sencillo pero necesario.

En línea con esta propuesta, traigo un párrafo extraído de un informe publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo, y publicado en una entrada de comienzos de este año: 

"...la docencia híbrida no debe centrarse únicamente en alternar educación presencial con educación a distancia mediada por tecnología, sino que debe promover un uso más efectivo en el aula de las posibilidades de aprendizaje que ofrecen las herramientas digitales, con un mejor aprovechamiento de la tecnología para crear experiencias centradas en el alumno, que sean personalizadas, relevantes y atractivas" (BID, 2021: 7).

Finalmente, más allá de los marcos  o modelos institucionales que se elijan, para aprender y enseñar en escenarios híbridos de presencialidad y virtualidad hay que generar un esquema nuevo, no la mezcla de dos modalidades. Para esto, es clave tomar buenas decisiones en el uso de la tecnología, diferentes a las situaciones de uso de TIC en la enseñanza o de educación totalmente virtualizada y a distancia.