En las últimas décadas, la Inteligencia Artificial (IA) se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas, hasta el punto que la humanidad no se ha enfrentado a retos tan relevantes, y donde la tecnología ha sido tan decisiva para nuestros valores humanos.
- Enseñar para la IA, lo que conlleva el desarrollo y adquisición de habilidades y competencias relevantes para los desafíos y oportunidades que la IA trae consigo. Por ejemplo: comprender los sesgos en los datos, utilizar el pensamiento computacional para resolver problemas o reflexionar críticamente sobre la protección de datos.
- Enseñar sobre IA, se trata de un enfoque más técnico que se manifiesta al comprender y aplicar conocimientos relacionados con esta disciplina para utilizarla eficazmente y contribuir al desarrollo de nuevas herramientas y tecnologías en este campo. Por ejemplo: programar una solución simple basada en IA para entender cómo funciona.
- Enseñar con la IA, lo cual implica la integración de la IA en el entorno educativo para potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo: utilizar herramientas de personalización, de gestión o de generación de recursos y contenidos.
La necesidad de promover “competencias previas” abarca habilidades que van más allá de las técnicas vinculadas con IA, incluyendo la alfabetización básica, aritmética elemental, competencias digitales y de codificación, así como habilidades sociales y éticas.
Por otra parte, la UNESCO (2021), propone una visión integral y reflexiva sobre la integración de la IA en la educación, reconociendo tanto los avances recientes como las limitaciones actuales. Sugiere entonces una estrategia basada en 4 categorías emergentes de aplicaciones de IA centradas en:
- gestión e impartición de la educación,
- aprendizaje y evaluación,
- empoderamiento de los docentes y mejora de la enseñanza,
- aprendizaje a lo largo de la vida
La introducción de la IA en la enseñanza plantea diversos desafíos. Algunos de estos desafíos incluyen brechas digitales y desigualdades en el acceso: a pesar de los esfuerzos para promover la adquisición de competencias previas en IA, la disparidad en el acceso a la tecnología digital sigue siendo un problema.
En cuanto a la enseñanza de la ética de la IA, es crucial equilibrar la formación técnica con aspectos éticos y humanísticos para evitar un enfoque desproporcionado en habilidades técnicas. El siguiente decálogo es una buena guía para tener en cuenta para la incorporación de la IA:
- utilizar tecnologías digitales para la comunicación, colaboración y desarrollo profesional,
- crear y compartir recursos digitales,
- gestionar tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje,
- utilizar tecnologías y estrategias de evaluación,
- utliizar tecnologías digitales para la personalización y participación de los estudiantes.